Ruta en bici por Vías Verdes entre Castilla la Mancha y Extremadura
En el verano de 2021 me apetecía probar a hacer un viaje en bicicleta por Extremadura o alrededores. Estuve investigando varias opciones y finalmente planifiqué una ruta desde Talavera de la Reina (Castilla la Mancha) hasta Villanueva de la Serena (Extremadura) pasando por vías verdes y caminos naturales. Ambas ciudades tienen conexión de tren, ideal para poder llevar la bici al punto de partida como para volver a la vuelta.
Fueron unos 230 km de ruta divididos en 5 etapas. La idea inicial era hacer la ruta en 4 etapas, pero alguna etapa se hizo más dura de lo que pensábamos y, como no teníamos sitio fijo donde dormir, pudimos tener flexibilidad para ampliar un día. Recorrimos al completo la Vía Verde de la Jara, el Camino Natural de las Villuercas y la Vía Verde Vegas del Guadiana.

Este recorrido permite atravesar varias comarcas por un entorno totalmente natural y descubrir zonas prácticamente inaccesibles si viajamos en coche.
Para dormir fuimos acampando donde nos pillaba, aunque es verdad que habíamos mirado posibles sitios antes de emprender la aventura por tener una idea previa. El año anterior, en 2020, ya tuve una primera experiencia de viaje en bicicleta haciendo el Camino de Santiago desde León en 6 etapas. En esa ocasión nos alojamos en hostales y albergues, pero en este viaje por Castilla la Mancha y Extremadura quería probar a dormir acampando en plena naturaleza.
Fue una pequeña prueba para coger confianza viajando en bici y acampando y poder hacerlo más veces en el futuro. Además, me sirvió para ampliar mi equipamiento de cicloturismo comprando algunas cosas que me hacían falta y poder probarlas de verdad.
A continuación doy un poco de información general de cada tramo de la ruta y más abajo el itinerario detallado que hicimos en cada uno de los 5 días.

Vía Verde de la Jara
La Vía Verde de la Jara es una antigua infraestructura ferroviaria que cayó en estado de abandono y se acondicionó como vía verde. La verdad es que esta línea de ferrocarril nunca llegó a funcionar debidamente, fue un proyecto que nació prácticamente muerto. Hoy en día se pueden recorrer sus 52 kilómetros de longitud, desde Calera y Chozas hasta la abandonada estación de Minas de Santa Quiteria, en bici, caminando o a caballo.
⚠️ Antes de recorrer esta Vía Verde te recomiendo que eches un vistazo a la web informativa de vías verdes. Suelen poner avisos sobre cierres de tramos o información sobre el estado de la vía.

A lo largo de esta vía verde pasamos por bonitos paisajes, estaciones abandonadas, decenas de túneles y el impresionante Puente Amador (o Viaducto de Azután) que cruza el río Tajo. Es verdad que se puede hacer un poco monótona según pasan los kilómetros, pero como no está muy concurrida se puede ir charlando tranquilamente y se hace muy amena.
En cuanto al estado de conservación de la vía verde de la Jara, la verdad es que podría ser mejor. El firme está bien para ir con bici de montaña o gravel, podría mejorarse pero no considero que esté mal. Lo peor es el estado de abandono de las antiguas estaciones de tren, sin ningún uso hoy en día y totalmente en ruinas. También se echa en falta la recogida de basuras y unos servicios mínimos de mantenimiento.
Otra deficiencia es la nula iluminación de los túneles, al menos cuando hicimos la ruta en verano de 2021. Importante llevar luces porque algunos túneles son largos y en medio están totalmente oscuros.
Camino Natural de las Villuercas
El Camino Natural de las Villuercas es una ruta señalizada desde la estación abandonada de Minas de Santa Quiteria (donde finaliza la Vía Verde de la Jara) hasta la localidad de Logrosán, en la provincia de Cáceres. Aquí enlaza con otra vía verde, la de las Vegas del Guadiana.
Es un camino prácticamente fuera de tráfico en su totalidad, que atraviesa, como su propio nombre indica, la comarca extremeña de las Villuercas. A mitad de camino se puede subir hasta Guadalupe, con su monasterio Patrimonio de la Humanidad, o seguir el camino dirección Cañamero-Logrosán.

Paisajísticamente es una zona muy bonita, con gran interés geológico e histórico-cultural. Eso sí, al pasar por montañas y valles, es un constante subir y bajar que hacen que la ruta sea totalmente rompepiernas, con varias zonas con desniveles superiores al 20%.
Solo te recomendaría hacer este camino natural si estás en forma, tienes cierto nivel de técnica de MTB, y obligatoriamente con bicicleta de montaña. Si vas haciendo cicloturismo con una gravel o bici de carretera, evita el «camino natural» y haz el tramo por carretera, que los paisajes son igualmente bonitos. Además, igualmente, hay muy pocas poblaciones de paso, por lo que es muy importante llevar suficiente agua y comida.
Vía Verde de las Vegas del Guadiana
La Vía Verde Vegas del Guadiana es otra línea ferroviaria desmantelada convertida a camino para bicis, senderismo, etc. Tiene una longitud de unos 60 kilómetros que van desde Logrosán hasta Villanueva de la Serena.
En el sentido que la hicimos, hacia el Sur, lleva todo el rato una ligera pendiente descendiente, con lo que se hace con poco esfuerzo. Un auténtico paseo comparado al Camino Natural de las Villuercas.
En Logrosán merece la pena visitar la Mina Constanaza, donde en su visita guiada cuentan la historia del fracaso del proyecto de ferrocarril que hoy en día es vía verde.

A lo largo de toda la vía verde tuvimos la misma sensación que en la Vía Verde de la Jara en cuanto al mantenimiento y los servicios a lo largo de la misma. Quizá esta está algo mejor al no tener tantos elementos como túneles, que son más costosos de mantener, pero igualmente las antiguas estaciones de tren están en total estado de abandono, en ruinas, parcialmente derrumbadas.
Desde Talavera a Villanueva en bici en 5 etapas
A continuación detallo el recorrido que hicimos cada día del viaje en bici.
📍 Podéis ver el track completo en Wikiloc, directamente grabado por mi GPS.
Día 1: Talavera de la Reina – Puente Amador-Viaducto Azután (31 km)
El primer día llegué a Talavera de la Reina en tren bien entrada la tarde. Allí me estaba esperando un amigo que llegó un rato antes desde Madrid, también en tren. Nos pusimos a pedalear hasta Calera y Chozas siguiendo el Camino Real de Guadalupe, que está bien señalizado en este tramo.
Junto a la estación de tren de Calera y Chozas empieza la Vía Verde de la Jara. Paramos a llenar las botellas de agua y seguimos pedaleando, ya por la vía verde.

Unos 6 km después del inicio de la vía verde nos desviamos unos metros para ver la Ermita Virgen de Chilla. Está bastante bien cuidado todo su entorno, y al lado de la ermita hay un amplio refugio donde podríamos haber pasado la noche, pero aún era temprano y decidimos continuar.
Un poco más adelante nos encontramos el Apeadero de Silos, la primera estación abandonada en la Vía Verde. Seguimos el camino y, tras pasar dos cortos túneles, llegamos al Puente Amador o Viaducto de Azután. Un paso sobre el río Tajo a 60 metros de altura.
Vimos un poco el paisaje y decidimos hacer noche antes de cruzar el viaducto. Justo ahí, entre el viaducto y el túnel que cruzamos anteriormente, hay una zona plana con increíbles vistas, ideal para acampar. Lo único que notamos por la noche fue un poco de viento, pero nada exagerado.


Día 2: Puente Amador-Viaducto Azután – Estación Minas de Santa Quiteria (50 km)
A las 8 de la mañana ya teníamos todo recogido y comenzamos a pedalear. Este día terminaríamos el recorrido restante de la Vía Verde de la Jara.
Tras cruzar el Puente de Amador y seguir unos kilómetros el camino, llegamos a una de las escasas poblaciones próximas a la vía verde: Aldeanueva de Barbarroya. Paramos a desayunar en un bar en una de las plazas del pueblo y compramos algunos snacks para el camino.
En la estación abandonada de Aldeanueva de Barbarroya tienen un antiguo tren a modo de exposición, o al menos esa sería la idea hace años. Hoy en día es un lugar totalmente vandalizado.
Personalmente no entiendo que, tanto el edificio de la estación, como el tren, estén en completo abandono. Sobre todo teniendo en cuenta que esta estación no está en mitad de la nada como otras de la vía verde, sino junto a la población. Se me ocurren algunas ideas para darle un uso como montar un albergue municipal que dé vida a la vía verde y al pueblo, un restaurante o un punto de información. Sea como sea, es una pena verlo tal y como está.

Tras el desayuno, seguimos la vía verde desde Aldeanueva. Pasamos por el Apeadero de Pilas y unos kilómetros después por la Estación de Nava-Fuentes, que recibe su nombre por estar situada entre las localidades de La Nava de Ricomalillo y Fuentes. De nuevo en esta estación hay varios edificios todos en ruinas, con el techo derrumbado, etc.
Justo después de pasar la estación pasamos por el túnel más largo de la vía verde de la Jara, con 700 metros de longitud y en el que tenemos que encender los focos para poder ver en su parte central, totalmente oscura.

Esta ruta la hicimos en pleno mes de julio, por lo que apretaba el calor ya bien entrada la mañana. Sin tiempo que perder, seguimos nuestro camino hasta la antigua estación de Campillo-Sevilleja. Aquí nos desviamos para subir por carretera los más de 100 metros de desnivel hasta la población de El Campillo de la Jara.
El plan era comer en una terraza de un bar en Campillo y extender la tarde lo máximo posible allí sentados a la sombra para evitar las horas centrales del día con más calor. Así lo hicimos, estuvimos por allí desde las 12 del mediodía hasta las 18:00 de la tarde, cuando continuamos los 15 km que nos faltaban hasta el fin de la vía verde.

Antes de avanzar, quiero comentar que en la estación de Campillo-Sevilleja nos llevamos la segunda gran decepción del día. Esta antigua estación tuvo un uso de hostelería, con una original idea. Era un restaurante dentro de un tren que está allí estacionado. Además hay más edificios que creo que funcionaban como alojamiento y puntos de información.
Hoy en día no es que esté cerrado todo lo anterior, que puede ser entendible porque económicamente no hayan ido bien las cosas, sino que está totalmente vandalizado. Cristales rotos por todos lados, material robado, puertas reventadas… una auténtica pena, y un impedimento de cara a un futuro si se quisiera retomar la actividad, ya que primero habría que arreglar todos los desperfectos.
No quiero pecar de aguafiestas contando estas cosas, la ruta en sí es una pasada y nos encantó. Pero es la realidad. Creo que se le podría dar más vida a la vía verde y promocionarla mejor si todas las estaciones de paso estuvieran bien mantenidas y los vándalos dejasen de ser lo que son.

Para terminar el día, recorrimos los últimos kilómetros hasta la estación de Minas de Santa Quiteria y acampamos por allí alrededor. Ahí termina la Vía Verde de la Jara y da comiendo el Camino Natural de las Villuercas. Es todavía parte de Castilla la Mancha, pero muy cerca del Puerto de San Vicente, donde está la frontera con Extremadura.
Esta estación consta de varios edificios, algunos en mejor estado que otros, pero en definitiva abandonados. En esta zona pudimos ver, tapado por la vegetación, el túnel por el que continuaría el tren atravesando el monte. Este túnel está cerrado al paso y suele estar inundado.


Día 3: Estación Minas de Santa Quiteria – Guadalupe (52 km)
Este día madrugamos igual que el día anterior. A las 8 de la mañana estábamos subiendo hacia el Puerto de San Vicente, aunque a mitad de camino me di cuenta que llevaba una rueda pinchada, así que tocó arreglarla para poder seguir.
Puerto de San Vicente es una pequeña localidad castellano-manchega situada junto a la frontera con Extremadura. Llegamos al pueblo a la hora perfecta para desayunar en un bar y aprovechar para cargar baterías y rellenar bidones de agua. Desde ahí teníamos unos metros más hasta la «línea fronteriza», que fue el lugar a más altitud de todo el viaje, unos 800m sobre el nivel del mar.

Ya habiendo entrado en Extremadura, empezó la parte más dura de los 5 días. Unas bajadas en las que teníamos que ir con mucho cuidado por el terreno pedregoso resbaladizo y unas subidas bastante importantes, en la que tuvimos que poner varias veces pie a tierra. Había señalización de las pendientes y vimos varias rondando y superando el 20%. Eso sí, los paisajes increíbles, un entorno natural en el que da gusto pedalear por muy duro que se haga el camino. Incluso vimos algunos ciervos corriendo por el monte.
Todo este tramo es solo factible hacerlo en MTB y teniendo una forma y técnica adecuadas. Incluso yendo en MTB, si vas en plan cicloturismo tranquilo y no quieres grandes esfuerzos, recomendaría optar por la carretera EX-102 que va hacia Alia y continúa hasta Guadalupe.

Hicimos una parada en Alia para tomar y comer algo, ya que estábamos exhaustos, y ahí fue cuando empezamos a replantearnos las etapas. Nuestra idea inicial era terminar ese día en Logrosán o alrededores, pero estábamos muy cansados y el tramo que faltaba a continuación era igual o peor.
Así que decidimos seguir el Camino Natural de las Villuercas hasta Guadalupe, donde podríamos dormir en el camping y de paso disponer de más comodidad esa noche (servicios, duchas, enchufes).
🏕️ El Camping Las Villuercas (Guadalupe) es un camping antiguo con instalaciones que me recordaron a los años 90 cuando iba con mi familia de vacaciones a campings. No obstante, es muy económico y si no necesitas lujos está muy bien con lo básico necesario.
Desde Alía hasta Guadalupe se hizo muy duro, especialmente algún tramo de subida imposible con el sol pegando. Pero finalmente llegamos al camping de Guadalupe, montamos el campamento y descansamos. No desaprovechamos la oportunidad para visitar Guadalupe, aunque era un paseo de media hora desde el camping, pero teníamos tiempo así que fuimos a cenar por allí.

Día 4: Guadalupe – Logrosán (35 km)
Este día solo teníamos 35 kilómetros por delante, aunque no fue un paseo. Seguimos por el Camino Natural de las Villuercas con sus subidas y bajadas imposibles (sobre todo cargado con alforjas, tienda de campada, saco de dormir, etc), y por supuesto teniendo en cuenta que llevábamos tres días en ruta, habiendo sido el último especialmente duro.
Hicimos los 12 primeros kilómetros por la carretera EX-102, para ir más directos a Cañamero sin tener que deshacer el camino del día anterior. Nada más salir de Guadalupe comenzamos la subida a Puertollano, donde justo enganchamos de nuevo con el Camino Natural.
Hicimos un pequeño descanso en la Ermita de la Virgen de Belén y ya continuamos por pista de tierra hasta Cañamero, paralelos al río Ruecas. Precisamente para salvar la altura entre el río y Cañamero, tuvimos que subir la cuesta más fuerte de todo el recorrido, y podría decir que la más grande que he subido nunca en mi vida. Una subida en forma de zeta por un estrecho sendero más bien pensado para senderistas que para ciclistas. El cartel de pendiente pronunciada 26% no miente.


En Cañamero nos paramos a desayunar unos churros con chocolate para recuperar fuerzas y celebrar que ya habíamos pasado lo más duro. Desde allí hasta Logrosán se hizo bastante ameno en comparación con los anteriores kilómetros desde el Puerto de San Vicente.
Llegamos temprano a Logrosán, sobre las 12 del mediodía, así que nos lo tomamos con calma. Estuvimos tomando algo y comiendo, mientras tanto conocimos de la existencia de la Mina Constanaza en la localidad. Llamamos para ver si se podía visitar ese mismo día y dio la casualidad de que por la tarde había hueco en la visita guiada. Ya teníamos plan.

La Mina Constanaza resultó ser un lugar muy interesante de visitar, tanto por el propio interés que tiene la mina como por las explicaciones que dan en la visita guiada sobre el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara y el fracaso de la línea ferroviaria que estábamos recorriendo en forma de vía verde.
Aún teníamos que buscarnos la vida para dormir ese día, teníamos pensado comenzar un tramo de la Vía Verde Vegas del Guadiana y acampar donde pudiéramos. Pero visitando la mina vimos unos carteles anunciando la apertura del Albergue Municipal «La Dehesa» de Logrosán. Preguntamos y nos pusieron en contacto con las personas que se encargan del mantenimiento del albergue, que sin problema nos permitieron alojarnos allí esa noche, por los pocos euros que tienen de tarifa.
Fuimos los únicos en el albergue ese día, una suerte poder disfrutar de esas instalaciones recién remodeladas, completamente nuevas y en mitad de la naturaleza, y un lujo en comparación con nuestro plan inicial de acampar por ahí.

Día 5: Logrosán – Villanueva de la Serena (65 km)
A las 7:30 ya estábamos pedaleando, tras desayunar en el albergue municipal lo que nos habían dejado la noche anterior preparado.

Teníamos por delante toda la Vía Verde Vegas del Guadiana, unos 65 km, pero con una leve pendiente descendiente que hizo que fuera muy llevadera.
No paramos mucho a lo largo de esta vía verde, pero pudimos comprobar como, al igual que pasaba en la Vía Verde de la Jara, todas las antiguas estaciones están en ruinas y todo bastante abandonado.
Al lado de la Estación de Zorita cogimos un pequeño desvío para ver el Río Ruecas desde el azud, frecuentado por pescadores. Unos kilómetros más adelante pasamos la Estación de Madrigalejo, también en ruinas, aunque parece que se siguen usando sus merenderos y es visitada por su cercanía con la carretera (EX-335).

Más adelante, cerca de la localidad de Palazuelo, está la antigua Estación de Campolugar. Y por último la de Rena, antes de cruzar la N-430 y el Río Guadiana sobre un bonito viaducto.
En Villanueva de la Serena la vía verde finaliza (o comienza) en la estación de tren. Llegamos con tiempo para tomar algo antes de coger un tren hasta nuestras casas. Habíamos conseguido finalizar con éxito este viaje en bicicleta durante 5 días acampando y adaptando un poco la ruta según veníamos las fuerzas.
Sin duda, una experiencia que recomiendo a todo aquel que tenga curiosidad por este tipo de viajes en bici. En cuanto al recorrido, haciendo la parte de las Villuercas por carretera, o tomándoselo con calma, está bastante bien para iniciarse en este tipo de rutas.
¡Cualquier duda que tengáis sobre el recorrido dejádmelo en los comentarios!

Interesantísimo el artículo y muy completo.
Gracias por tu comentario, Mat!
Me alegra que te haya parecido interesante y útil el artículo 🙂
Un saludo!
Mil gracias por compartir esta ruta. Está genial.
Gracias José Carlos, espero que te sea útil 🙂
Un saludo
Alberto