Reykjavik, la capital más al Norte del mundo

En Reykjavik, capital de Islandia, comenzamos la ruta de 12 días por la isla. Es una ciudad fácil de ver en un día recorriendo sus calles a pie. No tiene grandes monumentos que ver como otras ciudades europeas, pero es agradable para pasear entre casas bajas de una o dos plantas, más propias de un pueblo que de una capital.

Iglesia Hallgrímskirkja, un símbolo de Reykjavik

Volando a Islandia viendo auroras boreales desde el avión

Volamos desde Madrid hasta Islandia con Iberia Express. El vuelo nos dio la sorpresa de cumplir uno de los objetivos que teníamos en el viaje: ver las auroras boreales. Pero no sabíamos que esto ocurriría incluso antes de aterrizar.

Cuando aún faltaba un rato para llegar a Islandia, unas luces por la ventana nos llamaron la atención. Pensábamos que serían nubes moviéndose o algo así pero por momentos era más intenso, además toda la gente comenzó a mirar por la ventana y hacer fotos, entonces ya caímos en que eran auroras boreales. Un buen recibimiento.

Auroras boreales desde el avión, volando a Islandia

Llegar desde el Aeropuerto de Keflavik hasta Reykjavik

Tras llegar al Aeropuerto de Keflavik sobre las 1:15 de la mañana cogimos el autobús de FlyBus para llegar hasta la Estación de Autobuses BSI de Reykjavik, pasadas las 2 de la mañana.

Nos alojábamos dos noches en Reykjavik, esta de llegada y la siguiente. Después recogeríamos el coche de alquiler allí para dar la vuelta a la isla. El alojamiento fue el hostal Guesthouse Aurora, muy cerca de la famosa iglesia Hallgrímskirkja. Fuimos caminando desde la estación de autobuses hasta allí porque estaba relativamente próximo (10 minutos).

Entrando en el Hostal

Entrar en el hostal fue la primera prueba de lo seguro que es Islandia y la confianza en las personas que tienen los islandeses. Llegamos y estaba todo cerrado (era muy tarde), llamamos a un timbre que había allí y contestó alguien (dijo algo pero no entendimos) y abrió la puerta. Dentro solo había puertas de habitaciones pero nada más. Volvimos a salir y justamente llegaban unas chicas que se alojaban allí, les preguntamos si sabían algo y nos dijeron que seguramente estaría la llave en la sala del desayuno, bajando unas escaleras. Fuimos allá y, efectivamente, abrimos la puerta y en la mesa de dentro estaban nuestras llaves con una nota.

El alojamiento estuvo bastante bien. Teníamos una habitación doble con baño compartido con 2 ó 3 habitaciones más de la misma planta. Además había una pequeña cocina compartida entre nuestra habitación y otra por una puerta, que nos fue útil para cocinar algún bote de comida preparada que llevamos desde España y poder comer en platos. Teníamos desayuno incluido, bastante completo con muchas cosas para elegir, tostadas de varios tipos, fiambre, huevos, fruta, cereales, zumos… El precio fue 127€ por noche, bastante elevado pero es Islandia.

Desayuno en Guesthouse Aurora en Reykjavik

Iglesia Hallgrímskirkja, un símbolo de Reykjavik

Empezamos a visitar Reykjavik por la Iglesia Hallgrímskirkja. Esta iglesia luterana, a veces conocida como «la Catedral de Reykjavik» aunque no lo sea, es todo un símbolo de la ciudad por su curiosa arquitectura. Es el edificio más alto del país con 74.5m de altura, este dato nos da una idea de la poca altitud de los edificios por allá. En comparación, solo en la ciudad de Madrid hay 35 edificios más altos que este.

Iglesia Hallgrímskirkja desde la calle Skólavörðustígur

Su curiosa forma se debe a que el arquitecto se inspiró en las columnas de lava de basalto que hay por diferentes zonas de la isla. El interior de la iglesia no ofrece mucho, la verdad. Es muy sencillo y poco adornado.

Se puede subir a lo alto de la torre en un ascensor, hay unas buenas vistas de 360º de todo Reykjavik. Subir tiene un precio de 900ISK (unos 7€). Es algo caro pero si te sobra tiempo y no se te va de presupuesto está bien.

Vistas de Reykjavik desde la Iglesia Hallgrímskirkja. Se ve la calle Skólavörðustígur a lo largo. Al fondo el puerto.

Lago Tjörnin y Ayuntamiento de Reykjavik

El Ayuntamiento de Reykjavik está situado justo en el lago Tjörnin, en el centro de la ciudad. Para llegar hasta aquí desde la Iglesia bajamos hacia el centro, por la calle Skólavörðustígur. Esta calle es una de las más comerciales de Reykjavik, al principio en la parte más cercana a la iglesia solo hay casas pero según nos vamos acercando a la calle Laugavegur, la calle comercial por excelencia, empieza a llenarse de tiendas de ropa, souvenirs, restaurantes, cafeterías…

Escultura a la entrada del Ayuntamiento de Reykjavik. «Oficial desconocido»
Maqueta en relieve de Islandia dentro del Ayuntamiento de Reykjavik. Por la ventana vemos el lago Tjörnin

Merece la pena visitar el ayuntamiento. Es un edificio moderno en cuyo interior podemos obtener información turística, ver una maqueta gigante de la isla de Islandia, otra representación similar pero de la ciudad de Reykjavik, infografías sobre el crecimiento del turismo en el país… además hay wifi gratis, servicios y buenas vistas del lago desde las ventanas.

En cuanto al lago Tjörnin, lo mejor es disfrutar de las vistas. Está rodeado de casas de colores y hay muchos patos alrededor.

Lago Tjörnin, patos y casas de colores

Catedral de Cristo Rey

Catedral de Cristo Rey en Reykjavik

La siguiente parada fue esta Iglesia católica, denominada Catedral o Basílica de Cristo Rey. Está situada en la calle Túngata y es de estilo neo-gótico.

Thufa, una colina con subida en espiral muy curiosa

Desde la zona del puerto vimos a lo lejos un sitio curioso y dimos un paseo para visitarlo. El lugar se llama Thufa y es una pequeña colina en cuya cima hay una caseta de madera con cabezas de pescado secando. Para subir hasta ahí hay un camino en espiral.

Thufa en Reykjavik. Abajo a la derecha podemos ver el inicio del camino en espiral hacia arriba.
Cabezas de pescado secas en lo alto de Thufa

Merece la pena acercarse por lo curioso del lugar y por las vistas que se obtienen desde arriba. Para llegar hasta allí hay que dar un rodeo desde el puerto pasando por una especie de polígono industrial (aquí tienen su base la mayoría de compañías de alquiler de coches).

Caseta en lo alto de Thufa donde secan cabezas de pescado

Ya que estábamos allí decidimos ir también hasta el faro que hay al lado. Se llega por estrecho camino de hormigón no apto para gente con vértigo y menos en días de viento fuerte.A la vuelta de esta zona de Reykjavik entramos a tomar un café en un sitio bastante chulo por la zona del puerto. Se llama Kaffislippur. Es una cafetería muy agradable en la que hacer una parada para descansar. Pertenece a un hotel situado en el mismo edificio. Si vamos al servicio veremos por el camino varias salas son sofás donde había gente con portátiles o leyendo, incluso una pequeña sala de cine. Tienen tartas y dulces, el precio del café normal para ser Islandia, unos 450ISK (3.50€).

Harpa Reykjavik, un moderno edificio que es sala de conciertos y centro de conferencias

Edificio Harpa Reykjavik

El edificio Harpa, inagurado en 2011, es otro símbolo de Reykjavik. Es un edificio que sirve como sala de conciertos, centro de conferencias, aparte de tener alguna tienda y un restaurante en su interior. Se comenzó a construir en 2007 y fue el único proyecto en construcción durante algunos años en Islandia tras la grave crisis económica que afectó al país en 2008.

Todo su exterior es de cristal, siendo alguno de ellos de colores. Por la noche iluminan los cristales creando efectos de luces curiosos.
Si seguimos caminando junto al mar llegamos a otra escultura icónica en Reykjavik: Solfarid, Sun Voyager o Viajero del Sol. Es una obra de arte bastante bonita, con el mar y las montañas al fondo. El artista pretendía transmitir la promesa de un territorio por descubrir, un sueño de esperanza, progreso y libertad.

Solfarid, una escultura muy bonita al lado del mar en Reykjavik

Hasta aquí vimos lo principal de la ciudad. Era ya media tarde, nos fuimos al hostal a descansar un poco. Más tarde saldríamos a cenar, tomar algo y ver el ambiente nocturno en Reykjavik.

Un puesto de perritos calientes muy concurrido

Volvimos a salir del hostal y fuimos directos a comer algo a uno de los sitios más famosos de Reykjavik: un simple puesto de perritos calientes. Se llama Bæjarins Beztu Pylsur. Esta situado en la calle Tryggvagata, casi siempre hay gente comprando y si vas en hora punta seguramente te toque esperar. Tiene hasta página web propia.

Personalmente, es un perrito caliente normal y corriente como el que puedes comer en cualquier sitio, pero tiene muchos años de historia, ha cogido fama y ahora es visita obligada para los turistas aunque sea por la curiosidad y por cenar barato. Barato en Reykjavik son 450ISK (unos 3.50€) por un perrito. Si eres de comer bien o tienes mucha hambre seguramente mejor pedir dos.

Perritos calientes en Reykjavik, una forma barata de cenar algo

La Happy Hour en Reykjavik

Si eres de los que te gusta salir a tomar algo esto es un tema importante. En Reykjavik el alcohol es carísimo. Una pinta de cerveza en cualquier bar te costará mínimo 7€ lo más barato y de ahí para arriba. Pero hay un truco: la happy hour.

Cerveza islandesa Viking

Casi todos los bares de Reykjavik tienen happy hour en la que hacen descuentos (normalmente 2×1 que está bastante bien). Podéis ir viendo en la puerta de cada bar carteles con las ofertas y el horario en el que aplican (suele ser de 19:00 a 21.00 o algo parecido). Otra opción es esta app que nos recomendaron donde vienen todas las happy hours de la ciudad y la dirección de los bares.

Nosotros estuvimos en varios bares que estaban bastante bien para tomar algo tranquilamente, están marcados abajo en el mapa con el icono de cerveza.

Auroras boreales antes de ir a dormir

Auroras boreales desde Reykjavik

Para terminar el día tuvimos suerte de poder ver de nuevo las auroras boreales. Además teniendo en cuenta que en Reykjavik hay más contaminación lumínica que en cualquier otro lugar de Islandia, aún así eran de bastante intensidad.Fuimos al lado del mar, junto al edificio Harpa, donde cada vez se congregó más gente. Tras unos minutos apareció la aurora boreal, un espectáculo digno de ver.

Auroras boreales desde Reykjavik

Estuvimos un rato disfrutando de las vistas pero al día siguiente había que madrugar, recoger el coche de alquiler y empezar la ruta por el Circulo Dorado. Así que fuimos camino de vuelta al hostal para descansar.

Mapa de localización

Alberto Sánchez

Mi primer vuelo fue a Londres en 2012 y desde entonces siempre estoy planeando el siguiente viaje. Apasionado del Este de Europa, los Balcanes, Asia y los viajes en bicicleta.

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