Fenghuang, un antiguo pueblo de China con un curioso puente

Seguimos el viaje a China 2016 visitando el antiguo pueblo de Fenghuang. Este pueblo de unos 350.000 habitantes (que parece enorme pero en China es poco) se sitúa en la provincia de Hunan, a 400km de Guilin, nuestra anterior visita. Su principal atractivo es toda la zona alrededor del río Tuojiang, con construcciones de madera muy antiguas, así como el resto de la ciudad, muy tradicional.

Curioso puente en Fenghuang para cruzar pisando de bloque en bloque

Cómo llegar a Fenghuang desde Guilin

Para llegar hasta Fenghuang tuvimos que organizarlo bastante bien, ya que no hay buenas conexiones desde Guilin. Nuestra preferencia era viajar en tren y pese a dar un buen rodeo la mejor opción y más cómoda, gracias a los trenes de alta velocidad, fue la siguiente:

Tren Guilin – Changsha: 3:30h

Tren Changsha – Huaihua: 2:40h

Taxi Huaihua – Fenghuang: 1:00h

En la estación de Changshanan hay que tener cuidado con los transbordos. Cuando llegamos fuimos a por cena en un McDonalds y al volver a por el tren tuvimos un momento de confusión, ya que el tren no aparecía en los monitores. Tras preguntar a varias personas de información, una consiguió decirnos en inglés que hay otra planta en la estación y nuestro tren salía desde la planta de arriba. Pero no era para nada intuitivo…

Una vez en Huaihua nos recogió un taxi acordado con el hostal de Fenghuang, cuya cómica historia contamos en otro artículo, para recorrer los 80km que separan Huaihua de Fenghuang. Tardamos en total unas 7 horas, saliendo a las 15:35 de Guilin y llegando a Fenghuang algo antes de las 23:00 de la noche.

Precios del viaje Guilin a Fenghuang

Los billetes de tren los teníamos con antelación antes del viaje ya que una amiga que vivía en Shanghai nos los pudo comprar. El precio fue 181.5 yuan para Guilin – Changshanan (estación sur de Changsha) y el trayecto Changshanan – Huaihuanan (estación sur de Huaihua) salió por 152.5 yuan.

El taxi costó 380 yuan (unos 50€). La verdad es que fue caro, seguramente regateando se podría sacar por menos precio. El bus Huaihua – Fenghuang cuesta unos 40 yuan. En nuestro caso, el tren llegaba a Huaihua demasiado tarde para los horarios de autobús.

En total, llegar desde Guilin hasta Fenghuang nos salió por 524 yuan por persona. Algo menos de 70€. Seguramente uno de los trayectos más caros que hicimos en China.

Es un buen rodeo pero fue lo más cómodo

(A) – Guilin

(B) – Changsha

(C) – Huaihua

(D) – Fenghuang

Qué ver en Fenghuang

Fenghuang es una ciudad turística por su antigüedad. No tiene grandes rascacielos como Shanghai ni construcciones modernas. Es todo bastante antiguo, muchos callejones peatonales, puestos de artesanía… de hecho ha sido propuesta su Ciudad Antigua como candidata para ser Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Se sitúa cerca del Parque Nacional de Zhangjiajie, en cuyas montañas se inspiraron para la película Avatar. A este Parque Nacional no nos dio tiempo a ir durante el viaje. Igualmente desde la propia ciudad de Fenghuang podemos divisar montañas y mucha vegetación.

Las casas construidas casi encima del río son un lugar muy fotogénico y muchas veces plasmado en pinturas de la China tradicional. Hay quien considera Fenghuang una de las ciudades más bonitas de China.

No obstante si nos preguntamos cuánto tiempo necesitamos para ver Fenghuang, con un día es suficiente. Lo mejor es recorrer sus calles y observar la vida local. También venden una entrada para entrar en varios lugares de la ciudad, en un pack, pero no nos llamó especialmente la atención.

Vistas desde la orilla del río en Fenghuang
Casas típicas en Fenghuang al lado del río

Río Tuojiang y puentes de Fenghuang

La ciudad está separada en dos por un río, el cual se puede cruzar por varios puentes. Los más curiosos son dos peatonales: uno con tablas de madera de 1 metro de anchura aproximadamente, y otro con piedras situadas de forma discontinuada. Hay que ir pisando de piedra en piedra y el problema viene cuando nos cruzamos con alguien. Por suerte hay dos filas de piedras en paralelo y se puede ir cambiando de una a otra.

En el río Tuojiang no es raro ver ciudadanos locales lavando la ropa a mano, con cubos con agua del propio río.

Uno de los puentes peatonales, hechos de tablas de madera
El mismo puente anterior, para cruzar de uno a otro lado de la ciudad de Fenghuang
Puentes sobre el río Tuojiang en Fenghuang
Casas sujetadas por troncos de madera en el río Tuojiang

Parte nueva de Fenghuang

Si nos vamos alejando de la zona más antigua de Fenghuang hacia el sur, pronto acabaremos en una zona más nueva. Que sea más nueva no implica que esté más limpia ni sea menos caótica, eso se mantiene. Aquí encontramos alguna calle comercial con tiendas más modernas de ropa y cosas así. También la estatua del fénix («phoenix» en inglés) que da nombre a la ciudad de Fenghuang.

Calle comercial que comunica la parte antigua con la nueva en Fenghuang
El ave fénix que da nombre a la ciudad de Fenghuang

Callejones, puestos de artesanía y comida

A ambos lados del río nos encontraremos callejones con multitud de comercios. Puestos de comida, zumos, helados, fruta, verdura, alimentos, dulces… Merece la pena perderse y descubrir cosas a veces sorprendentes.

Una cosa que nos resultó curioso eran los pasteles rellenos de rosas (sí, de flores). Compramos uno para probar y sabía tal y como te esperas por el olor de las rosas… que estaban bien trituradas dentro.

Haciendo dulces de forma artesanal. Esa pasta luego se quedaba dura y la rompían en pedazos para hacer caramelos.
Puestos de «alimentos» con cangrejos, aves y larvas vivas. También una cara de cerdo algo curiosa…
Callejuelas con comercios. La entrada al hostal donde nos alojamos está en el porche de la izquierda.
Callejuelas en Fenghuang: anciano cargando un carro con mercancía
Callejuelas en Fenghuang: cargando frutas de la forma tradicional

Alojamiento y Fenghuang de noche

Nos alojamos en el hostal Fenghuang Jianghu Inn. Estaba bien situado, desde la ventana había vistas al río, al cual se llegaba en menos de 5 minutos andando.

Lo peor fue el baño que no era muy nuevo y estaba bastante regular. También el ruido de los bares y locales alrededor del río, con música bastante alta, aunque a las 00:00 en punto apagan todo.

Costó 188 CNY la habitación doble para una noche, unos 24€.

En Fenghuang por la noche encienden un montón de luces de todos los edificios situados en el río y las vistas cambian bastante respecto al día. Había bastantes sitios con locales chinos de fiesta, karaokes y así…

Vistas desde la habitación del hostal Fenghuang Jianghu Inn
Luces de locales de fiesta junto al río en Fenghuang

Cómo llegar de Fenghuang a Huaihua en autobús: el viaje de vuelta

Una vez visto Fenghuang teníamos que seguir nuestro camino en el viaje. La siguiente parada sería Chengdu. Para llegar allí volveríamos a Huaihua (esta vez en autobús) y desde Huaihua hasta Chengdu en tren de alta velocidad.

El bus desde Fenghuang hasta Huaihua salía de una de las estaciones de autobús de Fenghuang, pero llegar allí no fue sencillo. En el mapa no aparecía de forma clara la estación. Preguntamos a la chica del hostal y conseguimos coger un bus urbano que nos dejó cerca de la estación, a unos minutos caminando.

Estación de bus de Fenghuang, para ir a Huaihua

Buscando ahora para escribir el artículo tampoco ha sido fácil encontrar la estación. Arriba dejo un mapa marcando la estación de autobuses de Fenghuang (por lo menos desde donde salen los buses a Huaihua y otros destinos) y el centro de la ciudad. En amarillo la calle principal que podemos seguir hasta allí.

Parada de bus urbano en Fenghuang. Un «poco» sucia.
Estación de autobuses de Fenghuang

Para comprar el billete de bus simplemente mostramos en taquilla la pantalla del móvil con Huaihua escrito en chino (怀化市) y con gestos diciendo que queríamos 2 billetes. Nos entendieron fácil. Costó 40 yuan.

Billete de bus Fenghuang – Huaihua

El bus estaba un poco sucio y asqueroso, la verdad. Con el constante sonido de fondo del típico rascar de garganta de los chinos. Nos fijamos en unos cubos típicos de pintura que había en el pasillo. Estaban ahí para usarse como papeleras. Tiraban huesos de frutas, cáscaras de pipas… pero lo peor fue ver cómo, después de rascar la garganta, escupían flemas en los cubos

Cubos usados como papeleras para tirar todo tipo de cosas, literalmente.

En el siguiente artículo contaremos el trayecto hasta Chengdu y lo que vimos en la ciudad famosa por su Centro de Conservación y Cría de Osos Pandas.

Alberto Sánchez

Mi primer vuelo fue a Londres en 2012 y desde entonces siempre estoy planeando el siguiente viaje. Apasionado del Este de Europa, los Balcanes, Asia y los viajes en bicicleta.

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