Completo día en Pekín: Plaza de Tiananmen, Ciudad Prohibida y Templo del Cielo

Como en el día anterior también madrugamos mucho para ponernos en marcha y seguir conociendo Pekín. Hoy tocaba visitar uno de sus enclaves más bonitos, conocidos y masificados: la Ciudad Prohibida, así como la Plaza de Tiananmen. Hoy se conoce oficialmente como Museo del Palacio. Sin duda es un atractivo turístico que no hay que perderse en China. Eso sí, conviene tener en cuenta algunos consejos para su visita, ya que puede que nos quedemos sin entrada al estar limitadas. También visitamos algunos parques y el Templo del Cielo.

Visita a la Ciudad Prohibida de Pekín y Plaza de Tiananmen

Sobre las 6 de la mañana salimos del hotel dirección a la Ciudad Prohibida. Según creíamos abría a las 08:00, aunque finalmente abrió a las 08:30h. Igualmente nuestra intención era llegar pronto, ya que habíamos leído que las colas pueden ser enormes. Además era nuestro segundo día por Pekín y tampoco sabíamos muy bien cuánto podíamos tardar en metro. El día anterior estuvimos visitando la Gran Muralla China en Mutianyu.

Nos hospedábamos a medio kilómetro de la Ciudad Prohibida, pero es tan enorme que la entrada (que está en la parte sur) se encontraba a unos 2,5km. La idea era llegar en metro hasta la Puerta Zhengyang, ver por fuera el Mausoleo de Mao Zedong, la Plaza de Tiananmen y, finalmente, entrar en la Ciudad Prohibida.

Poco más de las 6 de la mañana y ya estábamos en el metro. Algo insólito y que no veríamos más durante los siguientes días: el metro estaba completamente vacío. Parece ser que habíamos cogido el primero del día que salía desde esa estación.

Metro de Pekín vacío
Metro de Pekín, totalmente vacío a primera hora

Sobre las 7 de la mañana llegamos a la zona de la Plaza de Tiananmen. Es realmente impresionante en todo. Es un lugar gigantesco. Nada más llegar nos topamos con una cola para pasar un control de seguridad y poder acceder a la plaza. Por suerte, pese a que parecía que íbamos a estar mucho tiempo, la cola avanzaba muy rápido. Los chinos simplemente escaneaban su documento de identidad y pasaban por los detectores de objetos peligrosos. Nosotros enseñamos el pasaporte y listo.

Pero la cantidad de gente no quedaba ahí. Desde lejos ya veíamos muchas personas por todas partes, pero una vez entramos en la plaza eso fue increíble. Miles y miles de personas. Todos ellos chinos, locales de todas partes. Muchísimas excursiones organizadas (porque todos llevaban camisetas iguales, gorras iguales, etc). Jamás había visto tanta gente en un mismo lugar. Estábamos un poco desubicados al principio y no sabíamos exactamente qué hacía allí toda esa gente y si podrían estar esperando, al menos parte de ellos, para entrar en la Ciudad Prohibida.

Cola para el Mausoleo de Mao Zedong
Miles de personas haciendo cola para entrar al Mausoleo de Mao Zedong

Por suerte enseguida comprendimos que estaban haciendo cola para entrar en el Mausoleo de Mao Zedong. Parece ser, según pudimos informarnos, que abre a las 8 de la mañana. Parecía que miles de esas personas llevaban horas, incluso quizás toda la noche, esperando para entrar. De verdad, era exagerada la cantidad de gente que había. No sé si eso será normal y es así todos los días o si era una fecha puntual por algo.

La Plaza de Tiananmen, un icono de Pekín

En cuanto nos alejamos un poco de esa zona la Plaza de Tiananmen estaba mucho más tranquila. Incluso pudimos tomarnos fotos prácticamente sin nadie. Claro, eran poco más de las 7 de la mañana.

La Plaza de Tiananmen es todo un símbolo para el país. No es muy antigua (al menos su ampliación), ya que fue diseñada a mediados del siglo XX. La idea era crear un espacio gigantesco donde poder hacer eventos a lo grande, temas militares, exposiciones… Siguieron un poco la línea de la Plaza Roja de Moscú, que ya visitamos hace unos años. Hay quien dice que es la plaza más grande del mundo. Está situada justo en el corazón de Pekín.

Es un lugar realmente espectacular mires por donde mires. A un lado el Mausoleo de Mao Zedong y el Monumento a los Héroes del Pueblo; al otro lado, y con total seguridad la vista más conocida y espectacular, la entrada a la Ciudad Prohibida.

Plaza de Tiananmen, un icono de Pekín
Plaza de Tiananmen con la Ciudad Prohibida al fondo

Después de hacer fotos y ver la plaza poco a poco fuimos acercándonos a la entrada a la Ciudad Prohibida. Por aquí había muy poca gente, pero siempre veíamos turistas chinos repartidos. La impresión que teníamos era que la gran mayoría de personas que había a esa hora en la plaza eran chinos venidos de muchas zonas del país. Y aquí nos hicimos las primeras fotos del viaje con locales, y es que esto es realmente común en China. Es muy normal que, al verte con rasgos occidentales, pidan hacerse fotos contigo. Nos hicimos varias con una familia que estaban súper ilusionados. Incluso una mujer mayor que posiblemente no había visto un occidental en su vida y venía a ver el Mausoleo de Mao Zedong desde alguna zona rural china.

ℹ️ Nota: la Plaza de Tiananmen está abierta de 05:00 a 22:00h. La entrada es totalmente gratuita, pero para acceder hay que pasar un control y presentar el pasaporte. No se puede entrar sin documentación. Por supuesto hay que tener en cuenta que en el control nos pueden quitar posibles objetos peligrosos que llevemos.

La Ciudad Prohibida de Pekín

Poco después de las 07:30h decidimos entrar en la Ciudad Prohibida. Teníamos en la cabeza que abría a las 8, pues es lo que nos dijeron y lo que habíamos leído. Sin embargo en realidad abre a las 08:30h. A esa hora había poca gente, pero poco a poco fue llenándose la entrada.

Entrada a la Ciudad Prohibida China
Entrada al recinto de la Ciudad Prohibida China

Hay que tener en cuenta que hay un límite diario. Solamente pueden entrar 80.000 personas cada día. Desde hace algo más de dos años habilitaron la posibilidad de comprar la entrada por Internet, pero solo pueden hacerlo chinos o extranjeros que vivan en China (cuenta bancaria china, etc). Es necesario pagar con aplicaciones como WeChat o Alipay. Esto es un problema para los turistas extranjeros. Nosotros, informados de este tema, contactamos con el hotel para ver si ellos podían comprar la entrada. Nos dijeron que nunca lo habían hecho pero que nos harían el favor. Cuesta 60 yuanes (unos 7,50€).

Por suerte hay agencias por Internet que se encargan de las gestiones y podemos comprar la entrada para la Ciudad Prohibida desde casa sin problemas. Recomendamos GetYourGuide que es la que conocemos y con la que hemos reservado algunas excursiones siempre sin problemas.

Es posible comprar la entrada allí, pero habría que hacer cola y es conveniente llegar muy temprano. Siempre que sea posible lo ideal es llevar la entrada comprada. Nos ahorramos tiempo y posibles disgustos, especialmente en épocas de temporada alta.

Estuvimos en la cola más o menos 45 minutos. Claro, sobre las 07:45h empezamos a buscar la manera de entrar porque pensábamos que abría a las 8. Ya nos dimos cuenta de que no, que realmente abría a las 08.30h (y muy puntuales, por cierto). Se improvisaron varias colas y nos pusimos en una de ellas. En cuestión de minutos esas 2-3 filas que había se convirtieron en 16 o 20, sin exagerar; unas 4-6 filas en cada bloque. Eso sí, cuando abrieron las puertas en general la gente entró con orden.

Y por fin estábamos dentro de la Ciudad Prohibida de Pekín. Fuimos de los primeros en entrar en ese día, por lo que pudimos disfrutarla relativamente vacía.

ℹ️ Nota: como consejo si queréis echaros una foto dentro de la Ciudad Prohibida cuando se entra, simplemente con irse a la izquierda o entrar por la puerta de la izquierda es lo ideal. Todo el mundo se concentra en el corredor del medio.

La Ciudad Prohibida es enorme. Muy, muy grande. Es un gran complejo lleno de palacios y edificios. Fue construida a principios del siglo XV y durante 500 años fue residencia oficial de los emperadores de las diferentes dinastías chinas. Tiene casi 1000 edificios en total.

Interior de la Ciudad Prohibida
Interior de la Ciudad Prohibida

Sin duda la arquitectura refleja la tradición china. Son edificios muy bonitos y vistosos para los occidentales que no estamos acostumbrados a verlos. Básicamente es un rectángulo. De norte a sur mide algo más de 900 metros y de este a oeste unos 750 metros.

Los principales edificios son los que se encuentran en la zona central, de norte a sur. Sin embargo por ambos lados podemos encontrarnos con jardines, zonas de paseo y muchos edificios de menor importancia, pero muy bonitos igualmente. Es un complejo donde podemos pasar horas y horas.

Consejos para visitar la Ciudad Prohibida de Pekín

El primer consejo es, siempre que sea posible, llevar la entrada comprada. Esto especialmente es importante en temporada alta. Hay límite de acceso y además nos evitamos colas que pueden ser interminables. Ya hemos mencionado que por Internet para extranjeros es muy complicado, pero podemos hacerlo a través de una agencia online a muy buen precio.

También es muy importante llegar temprano. En nuestro caso por ejemplo, la diferencia de habernos puesto en la cola 15 minutos antes o después, fue que en ese tiempo la gente que había en la fila fácilmente se multiplicó por 10. No quiero pensar cómo estaría la entrada una hora después. Por tanto es interesante estar una media hora antes de que abra, o al menos entrar poco después de la hora de apertura.

No conviene llevar muchas cosas. Para entrar hay que pasar un control de seguridad donde habrá que poner la mochila, etc. Lo suyo es llevar lo imprescindible: móvil, cartera, pasaporte y poco más. Como mucho una mochila o bolsa pequeña para guardar la botella de agua o cosas así.

Palacios dentro de la Ciudad Prohibida
Palacios dentro de la Ciudad Prohibida

Por supuesto es imprescindible llevar el pasaporte. Sin esto no hay nada que hacer. Por cierto, en realidad no hay entrada física (punto positivo para ahorrar gasto de papel de miles y miles de visitantes diarios). Cuando compras la entrada (al menos si se hace por Internet) se registra el pasaporte y simplemente lo escanean y ya aparece como que tenemos entrada para ese día.

Un último consejo es no llevar prisas. No incluir la visita a la Ciudad Prohibida en un día que queramos ver demasiadas cosas. Es un sitio demasiado grande y donde quizás pasemos varias horas, especialmente si hay que hacer una larga cola antes.

La Ciudad Prohibida de Pekín

⏰ De 08:30 a 17:00h (16:30h en temporada de invierno)

💶 60 yuanes (40 en temporada de invierno)

❗️ Límite de 80.000 visitantes por día. Recomendable ir temprano. Cierra los lunes (salvo festivos locales)

Parque Jinshang y parque Beihai

Justo al salir por la puerta norte de la Ciudad Prohibida, enfrente, está el parque Jinshang. Desde arriba hay unas vistas muy bonitas. El parque Jinshang es considerado como la mejor terraza para ver la Ciudad Prohibida de Pekín desde arriba. Antes de eso, justo a la entrada del parque, está la torre Qiwang.

Para llegar hasta la cima hay que subir una serie de escaleras, todo rodeado de árboles y zonas verdes. Realmente es una colina artificial que fue construida durante la dinastía Ming. Utilizaron la tierra que previamente sacaron para hacer los palacios cercanos. Hay diferentes pabellones que podemos ver en su interior. Sin duda el más grande es el que está en la zona central, justo arriba de la colina, desde donde hay vistas muy bonitas.

Este es un lugar muy popular para los locales. Pudimos ver gente jugando a juegos de mesa en los bancos, otros haciendo deporte e incluso una pareja de novios haciéndose las fotos de boda desde el mirador de arriba.

Vistas de la Ciudad Prohibida desde el Parque Jinshang
Vistas de la Ciudad Prohibida desde lo alto del Parque Jinshang

Desde lo alto se puede ver la inmensidad de la Ciudad Prohibida. Eso sí, si tienes suerte. Hay días en los que la contaminación es tan grande que no se ve nada. Nosotros tuvimos un día soleado, sin mucha polución, pero aun así, como se ve en la foto, en las zonas más alejadas se aprecia la contaminación.

La entrada al parque Jinshang es de 10 yuanes (poco más de 1€). No es demasiado grande, por lo que la visita no requiere de mucho tiempo.

De aquí fuimos hasta el parque Beihai, otro de los más bonitos del centro de Pekín. Está a unos 500 metros, por lo que prácticamente está unido por un paseo. Por esta zona vimos muchos más locales. También estaba ya más entrada la mañana, claro.

Nuevamente pagamos otros 10 yuanes por entrar en el parque Beihai. Este parque es principalmente un lago, aunque cuenta con una isla dentro. Se llama isla de Qionghua. Hay un par de puentes que permiten acceder a esta isla. Data del siglo X y hoy en día es uno de los mejores jardines de la capital china.

Dentro de la isla del parque de Beihai destaca una estupa blanca que se llama Bai Ta. Mide unos 40 metros. También hay algunos pequeños templos y pabellones.

Parque Beihai y la estupa blanca

Esta zona del parque Beihai se ve rápido. Realmente no tiene mucho más que subir a la parte de arriba, ver las vistas, la estupa y volver.

Alrededor del lago hay zonas verdes y de paseos muy bonitas. Aquí vimos a muchos locales haciendo deporte. Una cosa que nos sorprendió es la cantidad de gente que se concentra a hacer tai chi y cosas así. A veces es todo improvisado. Empiezan 2 o 3 personas a hacer lo que sea y poco a poco se les empieza a unir gente y acaban 50. Esto lo vimos en varias ocasiones durante el viaje. Es curioso.

También vimos a gente, especialmente mayores, jugando a una cosa que no sabría decir su nombre. Mejor dejo una foto y si alguien sabe cómo se llama que lo ponga en los comentarios. Lo vimos en varios sitios y nos parecía curioso.

Juegos en el parque Beihai, en Pekín

Templo del Cielo, uno de los principales de Pekín

Aún no habíamos acabado la mañana y ya habíamos visitado varios de los lugares previstos para ese día. Lo bueno de madrugar y comenzar a ver cosas desde muy temprano es que te permite aprovechar al máximo las horas de sol, ahorrar colas y, en definitiva, sacar más beneficio del tiempo.

Una vez visitamos el parque Beihai pusimos rumbo al Templo del Cielo, uno de los lugares más bonitos y que no pueden faltar en Pekín. Está al sur, bastante alejado de las zonas más céntricas. Tuvimos que coger metro para llegar hasta allí.

Hay que tener en cuenta que el Templo del Cielo es un complejo bastante grande. Está formado por varios templos y palacios. Es muy bonito y merece la pena visitarlo con tiempo. Cada uno de los lugares tiene una entrada independiente, por lo que lo ideal es comprar un boleto completo. Nos costó 34 yuanes (unos 4,5€) todo incluido. Eso sí, el precio varía según la época, como ocurre en muchos sitios en China.

Lo primero que visitamos fue el edificio principal del Templo del Cielo. Se llama Salón de la Oración por la Buena Cosecha y data de 1420. Fue construido para orar por las cosechas. Sin duda es el icono de este lugar y uno de los imprescindibles para visitar en China. Es completamente de madera y mide 38 metros de altura. Dicen que está construido completamente sin utilizar un solo clavo.

Salón de la Oración por la Buena Cosecha, en el Templo del Cielo
Salón de la Oración por la Buena Cosecha, en el Templo del Cielo

Posteriormente continuamos por un bonito paseo hasta llegar a la Bóveda Imperial del Cielo. Es otro de los edificios más representativos. Se parece al anterior, al menos en aspectos generales, pero es bastante más pequeño. De la Bóveda Imperial del Cielo destaca principalmente el color azul del techo.

La Bóveda Imperial del Templo del Cielo
La Bóveda Imperial, uno de los complejos del Templo del Cielo

Desde la Bóveda Imperial del Cielo fuimos al Altar del Cielo o Altar Circular. Está justo al lado. Esto es simplemente una terraza circular, de mármol blanco, y hay buenas vistas. Incluso si nos movemos un poco a uno de los lados podemos ver tanto el Salón de la Oración por la Buena Cosecha como la Bóveda Imperial del Cielo. Estos tres lugares están alineados.

Altar del Cielo, en Pekín
El Altar del Cielo

Más allá de los lugares principales, todo esto es un gran recinto. Es una zona verde muy amplia.

Templo del Cielo

⏰ De 08:00 a 17:00h

💶 34 yuanes

Comida y cena en lugares locales

Después de visitar el Templo del Cielo ya era hora de comer. Todo lo que teníamos planificado para ese día podemos decir que estaba visto. La idea era comer en algún sitio que encontráramos por allí cerca. Nos costó un poco, ya que a la salida solo hay viviendas y nada de restaurantes o tiendas.

Tras caminar 1km más o menos nos topamos con un restaurante que tenía buena pinta. Eso sí, al llegar nos dimos cuenta que en China se come temprano y que ya llegábamos tarde. No tuvimos problemas para comer, pero estaba completamente vacío. Era un restaurante muy local donde el joven que nos atendió no hablaba nada de inglés y se comunicaba como podía con un traductor en el móvil. El problema es que los traductores a veces ponían cosas que no tenía sentido alguno y era gracioso. Como pudimos nos entendimos y acabamos comiendo una  barbacoa con carne de ternera y cordero, además de los fideos y verduras que siempre les ponen. Nos costó por cabeza 46,5 yuanes (unos 6€).

Barbacoa de ternera y cordero, en China
Barbacoa de ternera y cordero en un lugar tradicional chino

Después de comer nos fuimos al hotel a dejar las cosas y tras descansar un rato, que había sido un día duro e intenso desde las 6 de la mañana, fuimos a dar una vuelta por los alrededores, sin más.

El problema de Pekín es que las distancias son muy grandes. Y por ejemplo el hecho de querer ir a ver la plaza Tiananmen por la noche requiere coger metro y perder bastante tiempo entre ida y vuelta. Por eso lo ideal es organizar la visita de tal forma que se aproveche el tiempo lo máximo posible y se repartan las visitas por cercanía.

Esa noche para cenar fuimos a buscar algún sitio cerca del hotel. Cerca de donde nos hospedábamos hay calles tradicionales, todo muy local. Entramos en uno que tenía buena pinta. El problema es que absolutamente todo estaba en chino y solo podíamos guiarnos por algunas fotos que tenían. Acabamos comiendo pato, sopa de noodles y dumplings. 70 yuanes por cabeza todo (unos 9€). No fue la mejor comida del viaje, ni mucho menos.

Pato, sopa de noodles y dumplings para la cena

Así pusimos fin a nuestro penúltimo día por Pekín. Al día siguiente nos quedaba por ver algunos lugares interesantes de la capital china y esa misma noche pondríamos rumbo a la siguiente ciudad.

Mapa con las visitas:

Javier Jiménez

En 2011 hice mi primer Inter-Rail y desde entonces no he parado de viajar. Siempre llenando la mochila de experiencias y desgastando suela por el mundo. Una de mis pasiones es escribir sobre mis viajes.

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