Alburquerque, mucho más que el castillo de Luna
Hay mucho que ver Alburquerque. Se trata de un bonito municipio de Extremadura que cuenta como principal reclamo turístico con el famoso castillo de Luna. Sin embargo este pueblo tiene mucho más que ofrecer al viajero. Es una localidad fronteriza con Portugal con una importante historia detrás. Durante nuestra visita hicimos un recorrido por sus calles, visitando algunos de los lugares más importantes.
El castillo de Luna de Alburquerque
Lo principal de este pueblo de la provincia de Badajoz es el castillo de Luna. Es una visita obligada. Se dice que es uno de los mejores conservados y de mayor importancia de toda la zona fronteriza entre España y Portugal. Sin duda es uno de los más bonitos que hay que ver en Extremadura y que hay que ver en Alburquerque.
La localización del castillo ha tenido una gran importancia a lo largo de los últimos siglos. Su construcción se inició entre el siglo XII y XIII, pero no fue hasta el XV cuando se agregó la mayor parte de la fortaleza que hoy podemos ver. Fue en este siglo, en el XV, cuando cambió de manos y el encargado fue Álvaro de Luna, que pertenecía a la Orden de Santiago, de ahí el nombre con el que se le conoce. Antes de eso pasó a formar parte de musulmanes y cristianos, de manera alterna.
Fue bajo dominio de Álvaro de Luna cuando construyeron la Torre del Homenaje, uno de los símbolos de este bonito castillo medieval extremeño.
Podemos conocer varias dependencias, donde nos damos cuenta de la importante construcción en la que nos encontramos. Cada detalle no fue hecho de manera casual y casi todo tenía un motivo.
Como aspecto a destacar, en las dependencias del señor del castillo, en su habitación, podemos notar un cambio notable de temperatura. Esto es debido a los ladrillos refractarios, que sirven para que en el interior haga fresco en verano y calor en invierno. Y sí que se notaba. Entrar allí en pleno noviembre, cuando fue nuestra visita, era pasar a tener varios grados más de temperatura.
Debajo de las dependencias del señor del castillo se encuentra una especie de chimenea en la parte de abajo. Es decir, lo que buscaban con esa construcción era calentar la parte de abajo para que el calor llegara a la habitación.
Las vistas desde la parte de arriba son muy bonitas. En el puente que cruza a la torre principal, que antiguamente se podía abrir y cerrar, tenemos una panorámica con Portugal a un lado y el pueblo de Alburquerque al otro.
También podemos visitar la iglesia de Santa María del Castillo.
Horarios y precio del castillo de Alburquerque
El castillo de Alburquerque es gratuito para todos los visitantes. Sin embargo desde hace unos años por motivos de seguridad y preservación, no se puede visitar libremente: hay que entrar en grupo en una visita guiada. Para iniciar el recorrido hay que subir hasta la última puerta de madera, donde se espera a que comience el turno.
La visita dura una hora y nos muestran los principales lugares del castillo de Luna. Nos cuestan la historia del lugar, algunas curiosidades y muchos datos de interés. Es muy recomendable y la guía que nos enseñó el lugar es del municipio y se nota que le gusta su trabajo. Una visita recomendada también para ir con niños.
Abre todos los días a excepción de los lunes (salvo que sea festivo) y el día 25 de diciembre y 1 de enero. Por la mañana hay tres turnos: a las 11, 12 y 13:00h. Por la tarde, en horario de invierno (desde el último domingo de octubre hasta el último sábado de marzo) hay turnos a las 16 y 17:00h. En horario de verano (desde el último domingo de marzo hasta el último sábado de octubre) a las 17 y 18:00h.
Qué visitar en Alburquerque
Pero además del castillo hay otros lugares muy bonitos para conocer. Entre las cosas que visitar en Alburquerque podríamos decir que lo mejor es callejear. Especialmente dentro de la zona de murallas, que se le conoce como Villa Adentro. Este barrio gótico es muy bonito y guarda rincones que los viajeros no pueden perderse. Podemos caminar parcialmente por encima de la muralla.
La iglesia de Santa María del Mercado está junto a la calle que sube al recinto del castillo. Fue construida entre los siglos XIII y XV, aunque en el siglo XVIII se le agregaron algunas construcciones barrocas. En este lugar había un antiguo templo mudéjar.
Junto a uno de los laterales de la iglesia de Santa María del Mercado podemos ver unas tumbas antropomorfas. Tumbas talladas en la roca granítica. Otra cosa que visitar en Alburquerque, este bonito pueblo de Extremadura.
Hay que mencionar que Alburquerque también tuvo un barrio judío. Aquí vivía una comunidad judía hasta su expulsión en el siglo XV. Se pueden ver sus calles estrechas y empedradas.
Uno de esos rincones curiosos que podemos visitar es la Plaza del Pozo Alcántara. Fue sin duda una importante obra para este municipio que tuvo lugar en el siglo XVII, concretamente en 1643. Fue un punto de abastecimiento de agua vital para la localidad. Está junto a la antigua Puerta de Alcántara, que hoy ya ha desaparecido.
La villa llegó a tener al menos cuatro puertas (quizás cinco, aunque se desconoce). De ellas solo se conservan la Puerta de Alcántara y la Puerta de la Villa.
Algo que hay que visitar en Alburquerque son sus torres defensivas. Hubo varias más de las que se conservan hoy en día. Ahora podemos ver tres: la torre del Reloj, torre Cabrera y torre Rocha. Esta era una zona de conflictos durante siglos y servían para controlar el terreno.
La torre del Reloj es perfectamente visible desde la Plaza de España. Aquí encontramos una zona de descanso, donde los locales se sientan en los bancos cuando el tiempo acompaña o en alguno de los bares que podemos encontrar por aquí.
Bar en una ermita y la Piedra del Berrocal
Como curiosidad, en la Plaza de España hay un bar-cafetería bastante peculiar que se llama La Ermita. Se trata de un edificio que antiguamente actuaba como ermita. Se puede ver la campana en la parte de arriba, así como el interior del edificio. Bastante curioso.
Otro rincón curioso que podemos ver es la Piedra del Berrocal. Está en la calle Rosario, junto a la calle Manuel Ferrera, que termina justo delante de la Puerta de la Villa, al lado de la torre del Reloj. La Piedra del Berrocal es una formación de piedra granítica que podemos ver junto a las viviendas. Hay mucho que ver en Alburquerque y este sitio es un ejemplo más.
Uno de los monumentos que ver en Alburquerque, en esta ocasión natural. Eso sí, al estar debajo y verlo de cerca la sensación es de que podría caerse.
Como visita cercana a Alburquerque, recomendamos ir a conocer el puente internacional más corto del mundo.