Japón día 2: Primer día en Tokyo

Eran poco más de las 4 de la mañana el primer día que amanecimos en Tokyo y ya estábamos levantados. No había sueño, el Jet Lag estaba presente. Pero como pudimos comprobar, en Japón la vida empieza no mucho después de esa hora, ya que, entre otras cosas, amanece mucho antes que en España (también anochece bastante antes, claro).

Templo en Tokio, cerca de donde nos alojábamos

Primer día de visita en Tokio

Teníamos previsto para ese día ver algunas partes de Tokyo y el resto, la mayoría prácticamente, dejarlo para nuestra segunda etapa en la capital japonesa que sería al final de nuestro viaje como explicamos en la primera entrada. Lo primero que íbamos a visitar esa mañana era la isla artificial de Odaiba, que está en la bahía de Tokyo. Es una isla que principalmente se construyó por motivos defensivos pero que en la actualidad está conectada a la ciudad por el Rainbow Bridge y es un importante espacio comercial y de ocio para los japoneses y turistas. Después de esto la idea era visitar la zona de Akihabara que es uno de los muchos barrios de la ciudad de Tokyo y sus alrededores.

Pero antes de esto había que desayunar algo y ya que los hostales en Japón, a diferencia de los europeos, no tienen desayuno (los habrá que sí, pero es poco usual), entramos en un Family Markt, que como vimos en el artículo anterior es una especie de tienda 24 horas que allí llaman Combini, donde puedes encontrar muchas cosas, casi todo de alimentación o productos básicos. Esto se convirtió en costumbre casi diaria para el desayuno.

Dulces japoneses en el combini Family Markt

Sin duda lo que notamos, y mucho, a esas horas de la mañana era el calor que ya hacía. Quizás no hacía más calor que lo que puede hacer en Extremadura en verano, pero sí la sensación de calor, ya que había muchísima humedad, impresionante.
De camino a la estación Ueno, donde teníamos que coger el cercanías que pertenecía a la JR Line para poder usar el JR Pass, nos encontramos con algunas cosas curiosas:

Radio Taisho en las calles de Japón

Esto se llama Radio Taisho. Es un programa matinal que se emite todos los días a las 06:30 por la radio estatal NHK. Es una especie de programa musical para realizar ejercicios. Al parecer es algo que los japoneses hacen mucho y por lo que pudimos ver en una calle cortada al tráfico para que la gente en grupo haga estos ejercicios, es muy seguido por todos los públicos, pero especialmente había muchísimos niños que en vacaciones escolares, acuden ahí por las mañanas para hacer ejercicio. Había un monitor haciendo las cosas y el resto de la gente imitaba sus movimientos.

Zona para fumar en la calle en Japón

Esta zona con plantas en un área para fumar. En Japón está prohibido fumar por la calle, salvo en estas zonas especiales. Es común encontrártelas en las inmediaciones de centros comerciales, estaciones, etc.

Interior de la estación de Ueno, en Tokio

Aquí esta fotografía es dentro de la estación. No estaba especialmente muy concurrida de gente. Cuando llegamos a nuestro destino de camino a la isla de Odaiba, ya no podíamos hacer uso de nuestro pase ni de ningún metro o cercanías. La única forma de acceder en transporte público a la isla es por el puente Rainbow, en monorraíl. No era caro, y las vistas que se veían desde dentro eran bonitas, pasando por el puente y viendo Tokyo a lo lejos.

Monorrail para ir de Tokio a la isla de Odaiba

Lo principal que tiene la isla es un gran centro comercial, con muchos restaurantes y tiendas de todo tipo. Justo enfrente cruzando un pequeño puente que atraviesa una carretera, está el edificio de Fuji TV. Detrás de este edificio hay un parque a lo largo de la bahía, desde donde se puede ver Tokyo a lo lejos. En el centro del parque hay una réplica de la estatua de la Libertad.

Edificio de Fuji TV, en Tokio
Estatua de la Libertad, en la isla de Odaiba

Pero lo que más me llamó la atención de la isla fue la estatua de un robot enorme que había delante del centro comercial. Según pude saber, es un personaje de una serie japonesa muy famosa y que han hecho películas también. Se llama Gundam y la estatua representa el tamaño real (18 metros). El hecho de que esté justo allí no es casual, ya que al lado hay un área temática llamada “Gundam Front” donde hay tiendas de merchandising, exposiciones, museos, etc. Todo relacionado con esta serie. Para los que lo conozcan y les guste, sin duda tienen para entretenerse.

Estatua de Gundam, en la isla de Odaiba

Se acercaba la hora de comer y la idea era ir a algún sitio del centro de Tokyo, por el barrio de Akihabara. Por lo que volvimos a coger el monorraíl y de vuelta a la ciudad. Cogimos el cercanías y dirección Akihabara.

Esta iba a ser nuestra primera comida “real” en Japón y estuvimos dando varias vueltas por calles abarrotadísimas de gente, aunque al menos por esa zona no había mucho tampoco donde elegir para comer. Al final comimos en una tienda que vendían comida ya preparada. Comimos pollo frito (que allí en Japón lo comen mucho). Yakitori lo llaman. Lo venden en brochetas.

Calle comercial en Akihabara

Akihabara es un barrio curioso muy cerca del centro de Tokyo. Está lleno de tiendas y centros comerciales donde venden cualquier cosa tecnológica, muchas de segunda mano. Pero también hay infinidad de tiendas de videojuegos, cómics y cosas así. Para los que le guste eso, es un sitio donde no se aburrirán.

Calle por el centro de Akihabara

También había muchos Pachinko y similares. Un pachinko es una especie de casino, pero donde lo que te juegas no es dinero. Es algo extraño, porque están llenísimos de gente siempre, pero lo que juegan son monedas de la propia tienda, ya que en Japón es ilegal el juego con dinero de por medio. Por lo que como máximo lo que ganas son monedas que no sirven para nada, salvo algunas máquinas específicas que te dan muñecos y otros premios que en cualquier caso tampoco tiene gran valor.

Paseo por las calles de Tokio

Cosas que rompen con lo común en el mundo occidental había muchas especialmente por el centro de Tokyo. Una de ellas por ejemplo son cafeterías de gatos. Tú entras, te tomas un café y pagas dinero por estar acariciando a un gato.

Cartel de prohibido fumar en Tokio

Después de ver un poco calles y zonas alrededor de este barrio, volvimos a una estación que nos enlazara con la línea que cogemos para el barrio donde está el hostal y volvimos. En Japón anoche muy pronto, mucho antes que en España, y también cenan bastante antes. Por lo que no mucho después de llegar al barrio estuvimos viendo algún sitio para comer. Dimos con una calle no muy lejos del hostal donde había muchos restaurantes de todo tipo.

Era poco más de las 9 de la noche y ya estaban prácticamente todos cerrados. Por suerte vimos uno que estaba aún abierto y estuvimos viendo los menús que ofrecían (en Japón siempre ves los menús bien en foto o bien en platos de plásticos como copia del plato real que vas a comer). No era caro y tenía buena pinta. Tampoco había mucho más donde elegir y entramos aquí. Resultó ser buena elección, ya que no sería la última vez que comeríamos en este mismo establecimiento durante nuestro viaje. Comimos solos, no había nadie más en el restaurante. Se nota que las 9 de la noche ya no es hora para cenar allí.

Comida japonesa para la cena en Tokio

Aquí en la foto podéis ver el menú que comí por 1100 yenes (unos 8€). En la fotografía no sale el menú entero, hay que añadir un plato con una especie de empanadillas que no sé muy bien qué era, pero estaba bueno. El plato principal es yakisoba, que es básicamente tallarines fritos con algunas cosas más.
Al acabar de cenar, decidimos ir a la zona de Asakusa y ver el templo Sensoji, que es uno de los más famosos de Tokyo. Aprovechando que esa zona está más o menos a 1km de nuestro hostal, el ir andando no era problema. Estaban bastante desiertas las calles a esa hora. Era poco más de las 10 de la noche y salvo algunos turistas que tenían pinta de europeos y algún que otro japonés, en la zona del templo no había nadie más. Pese a que lo vimos de noche, resultó ser uno de los templos más bonitos que vimos en Tokyo.

Templo Sensoji, uno de los más famosos de Tokio

Tras dar alguna que otra vuelta por las calles de alrededor, volvimos al hostal. Al día siguiente dejamos Tokyo por unos días. Cogeríamos el tren dirección Kyoto a la mañana siguiente temprano. En Kyoto pasaríamos los siguientes 3 días.

Javier Jiménez

En 2011 hice mi primer Inter-Rail y desde entonces no he parado de viajar. Siempre llenando la mochila de experiencias y desgastando suela por el mundo. Una de mis pasiones es escribir sobre mis viajes.

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