Vuelo movido hacia Vilna y llegada a Lituania

Nuestro viaje a Lituania y Letonia empezó bastante movido. El vuelo Madrid-Vilna salía muy temprano, a las 07:15, y allí estábamos preparados para volar. Montados en el avión, después de las típicas indicaciones de seguridad y listos para empezar el vuelo, nos anuncian por megafonía del avión: “por motivos de la huelga de controladores aéreos en Francia, el vuelo deberá ser retrasado. Les mantendremos informados”.

Vuelo a Vilna 

Vuelo casi cancelado hacia Vilna

Eso ya me lo conocía. Unos meses antes habíamos vivido una situación idéntica, en la que nuestro vuelo Madrid-Bruselas quedó cancelado por huelga de controladores aéreos franceses. Pasaban los minutos, media hora, una hora. Todo iba igual que la otra vez. Momentos de tensión conectados al móvil mirando la web de Ryanair y viendo cómo bastantes vuelos que salían antes y después que el nuestro, habían sido cancelados definitivamente (el nuestro estaba en espera). Hay que decir que la compañía, en este caso Ryanair, no cancela los vuelos, sino que es el tráfico aéreo que haya, lo que provoca cancelaciones aleatorias sin distinción de compañía.

Finalmente después de algo más de una hora de espera y cuando las esperanzas de que saliera estaban bajo mínimos, nos volvieron a hablar por megafonía diciendo que habían dado paso a nuestro avión para poder despegar. Así pues, por suerte, aunque con retraso, pudimos despegar. Lituania no es Bélgica, que pudimos tener rapidez de organización y buscar alternativa por autobús y tren para llegar a Bruselas. A Vilna hubiera sido imposible llegar de otra forma.

Llegada al aeropuerto de Vilna 

Llegada a Vilna

Llegamos a Vilna con una hora de retraso más o menos debido a los problemas con el vuelo. Para ser abril y Lituania, la temperatura era muy buena y nada de frío. El aeropuerto está a poco más de 3km de la ciudad y muy bien comunicado. El cómo llegar del aeropuerto a Vilna era sencillo, ya que había numerosos autobuses y trenes. Ésta última era nuestra opción, tren directo aeropuerto-estación de Vilna, tardando 7 minutos en llegar y costando únicamente 0,72€ (0,36€ si tienes tarjeta de estudiante).

Nuestro hostal estaba cerca del centro, aunque no caía demasiado lejos de la estación y se podía ir andando sin problemas. Aquí ofrecían un montón de actividades como disparar diferentes armas de fuego, conducción de tanques, etc. Cosas muy curiosas que hubieran estado bien hacer, pero tampoco teníamos suficiente tiempo y hacer algo de eso era dedicar medio día.

De camino al hostal, pasamos por la Puerta de la Aurora (Gates of Dawn), que es un templo muy visitado en Vilna y que a su vez actúa de puerta de entrada de una parte de la ciudad a la otra.

Puerta de la Aurora 

Conociendo Vilna

Después de dejar las cosas, nos pusimos a ver un poco los alrededores, el ayuntamiento de Vilna y la plaza en la que se encuentra. Aunque ya era hora de comer, más aun en Lituania que comen más temprano, por lo que no tardamos en ir hasta un restaurante que nos recomendó la chica del hostal, donde se comía súper bien, comida típica lituana, y muy económico. No fue la única vez que comeríamos aquí.

Plaza y ayuntamiento de Vilna 
Comida tradicional lituana 

Vilna es una ciudad bastante accesible a pie, pudiendo ir a la mayoría de los sitios turísticos sin necesidad de usar transporte público. Al lado de la plaza del ayuntamiento, bajando por la que es la calle más antigua de la ciudad, la calle Pilies, que une el ayuntamiento con la catedral de Vilna, en su punto intermedio hay una plazoleta donde suele haber puestos vendiendo artículos de artesanía.

Puestos de artesanía y suvenires en Vilna 

Por esta calle, hasta llegar a esta plazoleta, nos encontramos con dos iglesias ortodoxas.

Iglesia ortodoxa en la calle Pilies en Vilna 

Un poco más adelante de esta plazoleta, está la universidad de Vilna y el palacio presidencial, que podemos ver el cambio de guardia cada día a las 18:00.

Universidad de Vilna al fondo 
Palacio presidencial de Lituania 

Una de las zonas de Vilna que aglutina más puntos de interés turísticos, es la plaza en la que está la catedral de St Stanislav y St Vladislav. Aquí, además de esta catedral que es el lugar más importante para los católicos del país, está el palacio de los Grandes Duques, edificio reconstruido que durante los siglos XV y XVII fue uno de los centros culturales más importantes de Europa.

Catedral de Vilna y palacio de los Grandes Duques 

Detrás, encima de una colina, está el castillo de Vilna y la torre de Gedeminas, a la que se puede subir por 1€.

Torre de Gedeminas encima de la colina 

En la otra parte, siguiendo dirección al río desde la catedral, está el museo nacional de Lituania. Nos costó 1€ la entrada, y es un sitio bastante recomendable para entrar y echar un vistazo a la historia del país y ver utensilios antiguos, mapas, recreaciones de batallas, etc.

Museo nacional de Lituania 
Recreación de una batalla en el museo de Lituania 

Continuando hasta el río hay un bonito puente que cruza a la otra parte de la ciudad. Desde aquí hay unas buenas vistas con la colina y torre de Gedeminas al fondo.

Esta parte de la ciudad es más moderna. Hay grandes centros comerciales y es donde se concentran la mayoría de edificios de negocios. A lo largo del río hay una zona de parque por toda la ribera que une con el puente verde por el sur (curiosa la estructura que tiene en su parte baja), que está justamente en la catedral de sv. Arkangelo, y hacia el norte pasando por un moderno complejo en el que realizan conciertos y practican deportes.

Catedral de Sv. Arkangelo vista desde el puente 
Puente Verde de Vilna 

Toda esta zona es de muy reciente construcción. Hay que recordar que Lituania hasta hace relativamente poco tiempo, formaba parte de la Unión Soviética, sin apenas relaciones con el exterior. Sobre todo desde su entrada en la Unión Europea en 2004, el país ha experimentado un gran cambio. Ahora vemos grandes centros comerciales y muchas marcas internacionales teniendo aquí su sede.

La gran avenida de Gedeminas, que va desde el parlamento lituano hasta la plaza de la catedral, es un buen ejemplo de esto. Hace unos años, esto era totalmente distinto. Ahora esta avenida está llena de tiendas de todo tipo. Cualquier gran marca internacional, está aquí presente.

Inicio de la avenida Gedeminas al fondo 

Nuestro primer día por Lituania nos sirvió para conocer gran parte de la capital, Vilna. Es una ciudad pequeña, que en un día bien aprovechado puedes ver la parte general. Volveríamos unos días después, durante nuestro viaje por Lituania y Letonia, a Vilna. Pero al día siguiente tocaba cambiar de ciudad y visitar Kaunas, la segunda ciudad en importancia de Lituania y de obligada visita si se dispone de tiempo en un viaje a Lituania.

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Mapa de localización:

Javier Jiménez

En 2011 hice mi primer Inter-Rail y desde entonces no he parado de viajar. Siempre llenando la mochila de experiencias y desgastando suela por el mundo. Una de mis pasiones es escribir sobre mis viajes.

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