Polonia día 1 – Llegada a Varsovia
El viaje a Polonia tuvo como destino de llegada su capital, Varsovia. Salimos desde Madrid con Ryanair a las 16:00 en un vuelo de unas 4 horas, por lo que llegamos de noche al aeropuerto de Modlin, que está a unos 45km de Varsovia. Hasta Varsovia, la opción más económica que vimos, aunque posiblemente no la más rápida, fue ir hasta Modlin en un autobús lanzadera gratuito y aquí coger un tren hasta la capital. El ticket de tren costaba 12 zlotys (unos 3€), con la compañía Elf, comprado en la taquilla. Tuvimos que esperar un poco en la estación a que llegara el siguiente tren (no hay una gran frecuencia) y el trayecto hasta la ciudad era de unos 45 minutos.
Una curiosidad en cuanto al tema horario, es que Polonia tiene el mismo uso horario que España. Son «países extremos» en este sentido, ya que nuestro país es el más occidental de Europa mientras que Polonia es el más oriental, con el horario centroeuropeo. Esto hace que en Polonia, además de que está más al norte, se haga de noche mucho antes que en España.
El tren que cogimos, en realidad no llevaba hasta donde queríamos, que era la estación central. Se paró varias paradas antes (a una buena distancia) y aquí hubo un poco de incertidumbre porque no sabíamos realmente que era esa la última parada. Seguimos a gente que tiraron por una callejuela y llegamos hasta otra parada de tren de cercanías y nos montamos. Aquí ya nos llevó hasta la estación central que era nuestro destino.
Lo primero que vimos nada más salir de la estación de tren, fue el Palacio de la Cultura y Ciencia (Palac Kultury), iluminado por la noche. Aquí llegamos a subir de día, teniendo unas buenísimas vistas de toda la ciudad.
El hostal estaba a algo menos de 2km de la estación central, y teníamos en mente ir andando hasta allí y por el camino encontrar un Kantory, que son las tiendas de cambio de moneda que hay en Polonia. Son muy numerosas y la principal compañía tiene el letrero amarillo. Con las horas que eran no encontramos ninguna abierta. Teníamos unos pocos zlotys que nos trajimos desde España, que nos dio para el tren y teníamos para cenar esa noche. El problema era pagar el hostal, que era más dinero. Por suerte aceptaron tarjeta, así que pudimos esperar al cambio hasta el día siguiente.
Nos hospedamos en Moon Hostel que estaba muy bien situado, cerca de los principales puntos del centro de Varsovia. Era un hostal moderno y bien equipado.
Entre unas cosas y otras se nos hizo tarde y había que cenar. Allí en Polonia, como suele pasar generalmente en la mayor parte de Europa, cenan mucho antes que en España. Acabamos yendo a cenar pasadas las 12 de la noche y, lógicamente, quedaba poco abierto un día de diario. Al final acabamos en una especie de bocatería que estaba abierta en una calle cercana al hostal. Básicamente lo que había eran “zapiekanka”, que son una especie de pan-pizza típicos de Polonia, aunque son mayormente característicos en el barrio judío de Cracovia, donde volveríamos a comerlo días después y de mejor calidad. Los precios eran muy baratos, entre 6,5 y 10,5 zlotys (1,5-2,5€).
Realmente nuestra visita a Polonia comenzaría al día siguiente. Este día no dio mucho más de sí, más que la llegada. En el próximo artículo veremos con mucha más profundidad Varsovia.
Pasarlo muy bien.
Pasarlo muy bien.
asdfsg