Itinerario del viaje por Europa del este
Este verano realizamos un viaje a una de las últimas zonas de Europa que nos quedaba por visitar. Quizás una de las más complicadas para viajar desde España: Europa del este. Los países visitados fueron Moldavia, Transnistria (estado prácticamente inexistente para el mundo), Ucrania, Bielorrusia y breve parada en Varsovia para volver. Un viaje con un gran contraste cultural y muchas diferencias entre estos países.

Recorrido por el este de Europa
En el artículo que escribimos del pre-viaje explicamos el recorrido y por suerte no sufrió ningún tipo de cambio. Teníamos bien mirados los horarios de los transportes. Eso sí, a diferencia de viajes como el Inter-Rail de 2015, por los países de los Balcanes, en esta ocasión prácticamente no tuvimos que temer por autobuses o trenes que luego no existían, ya que casi todo lo hicimos vía aérea.
Moldavia
La primera etapa del viaje fue Moldavia, uno de los países menos visitados del mundo. Según los datos de la OMT de 2015, Moldavia recibió únicamente 94.000 turistas extranjeros. Cifras muy escasas. El motivo es la dificultad para llegar hasta aquí, aunque parece ser que en los últimos tiempos están surgiendo algunas aerolíneas que facilitan la tarea.
Ir en transporte terrestre a Moldavia prácticamente es una tarea imposible desde Europa central y occidental que, a fin de cuentas, somos los que viajamos. Por aire hay compañías como Air Moldova o Fly One (de la que no podemos más que hablar mal, aunque lo explicaremos en otro artículo) que están empezando a conectar algunas ciudades europeas con Chisinau, la capital moldava.
Transnistria
El siguiente país a visitar fue Transnistria. De este lugar hablaremos más detenidamente en algún que otro artículo, pues es un territorio que merece conocerse su historia. En la actualidad no está reconocido por ningún país que a su vez esté reconocido por otro país. Me explico: los únicos territorios que reconocen a Transnistria como una nación independiente son Osetia del Sur y Abjasia y Nagorno Karabaj, tres estados que a su vez no son reconocidos por ningún otro (salvo ellos y muy, muy poco más).

De Transnistria pudimos leer muchas cosas antes de viajar allí. Problemas en frontera, sobornos, peligrosidad… Es cierto que nadie reconoce a este país, pero realmente lo es: tiene su propia moneda, gobierno, leyes… Eso sí, es un caso totalmente distinto al de Kosovo.
Ucrania
Este fue el único trayecto que hicimos por vía terrestre. Bueno, este y de Transnistria a Odessa, en Ucrania, que fue el siguiente destino. En Ucrania visitamos esta bonita ciudad con costa en el mar Negro, que fue una de las sorpresas del viaje, y su capital, Kiev.

De la capital ucraniana partimos hacia el penúltimo país del viaje, aunque realmente era el último que teníamos planificado: Bielorrusia.
Bielorrusia
Este país también merece un análisis en otro artículo. Prácticamente ha estado cerrado al turismo durante dos décadas y ahora recientemente ha comenzado a abrirse. De hecho los miembros de la UE podemos entrar sin visado durante cinco días, desde hace escasos meses.Visitamos su capital, Minsk, una de las ciudades más interesantes en cuanto a historia de toda Europa. Sin duda una ciudad que merece mucho la pena conocer.

El viaje estaba previsto para visitar Moldavia, Transnistria, Ucrania y Bielorrusia. Lo que pasa que estos países están muy inaccesibles, al menos de forma económica, con el resto de Europa. Es por eso que la opción más barata para volver de Bielorrusia a España pasaba por Varsovia, donde ya hemos estado anteriormente. Desde la capital polaca ya sí pudimos coger un vuelo más barato.Itinerario:
Día 1: Vuelo Madrid-Chisinau.
Día 3: Tiraspol y viaje a Odessa.
Día 8: viaje de Minsk a Varsovia.