Interrail 2014 – día 6. Hamburgo
Después de desayunar y pasar el último rato por Berlín, cogimos el metro de la estación más próxima para ir desde allí a la estación central de donde partiríamos para Hamburgo. El tren lo cogimos a las 11:25 y tardó justo 2 horas en llegar. Los vagones estaban muy llenos, con muchos asientos reservados, pero por suerte no tuvimos problema en encontrar 4 asientos libres. Era domingo y una de las rutas que más pasajeros tiene del país.
La estación de Hamburgo era enorme. Al llegar estuvimos buscando cómo reservar el billete para el día siguiente, ya que era necesario y había pocos horarios. Nos costó un poco encontrar dónde hacer la reserva, ya que eran numerosos los mostradores.
Esta vez no cogimos metro para ir de la estación al hostal, estaba cerca y se pudo ir bien andando. Nos alojábamos en un hostal de la franquicia A&O Hostel, que tiene edificios en varias ciudades de Alemania. Era un edificio enorme, posiblemente el que más capacidad de todos los que hemos estado. Dentro del edificio había un pequeño bar y zona para ver la televisión, así como billares y demás cosas para jugar. En general fue un buen hostal, bastante completo y un precio muy bueno para ser fin de semana.
El check-in era a las 15:00h y como llegamos un buen rato antes de esa hora, decidimos, una vez pagamos y preparamos los papeles típicos de entrada, ir a buscar un sitio para comer. Por la zona del hostal, que estaba un poco alejado de los puntos más turísticos, y las calles cercanas no veíamos nada para comer. Así que al final decidimos volver al hostal y comer allí, aunque eso sí, lo único que ofertaban allí eran pizzas por 5€.
Después de comer, ya eran más de las 15:00h y por tanto pudimos subir las cosas a la habitación y salimos a conocer la ciudad. Fuimos al centro, concretamente a la plaza Rathausmarkt, donde se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad y es uno de los puntos turísticos más importantes de Hamburgo, de donde emanan las diferentes calles y avenidas importantes. Pero de camino nos topamos con la iglesia St Petri Kirche, en la cual entramos. Ésta estaba muy cerca de la plaza principal.
La ciudad, quizás por ser domingo, presentaba un aspecto tranquilo y con poco tránsito tanto de coches como de gente por las calles. Pero una vez en la plaza ya vimos algo más de movimiento, turistas y restaurantes y bares. La Rathausmarkt (plaza del Mercado) es una plaza rectangular a los pies del Ayuntamiento y al lado de pequeños lagos artificiales y canales que atraviesan las calles.
Hamburgo tiene muchas catedrales importantes, pero sin duda una de las principales cosas por las que es famosa la ciudad es por su gran catedral de San Nicolás. Durante un pequeño periodo en el Siglo XIX fue el edificio más alto del Mundo. Actualmente se encuentra en ruinas, aunque que se conserva su parte principal. Esto es debido a los bombardeos de la II Guerra Mundial, concretamente la Operación Gomorra. En la actualidad, se están llevando a cabo tareas de reconstrucción como podemos ver en la fotografía. Cuando fuimos nosotros, las obras eran evidentes, y aunque era posible entrar pagando, solamente era hasta la segunda planta, algo muy escaso comparado con la altura que tiene.
Al lado de la catedral de San Nicolás está uno de los puentes más importante de Hamburgo. Aunque es conocida como la ciudad de los mil y un puentes, su importancia no es por la longitud o arquitectura que pueda tener, sino por su historia. Se trata del puente Trostbrücke, que se mantiene desde 1266, uniendo lo que antiguamente era la ciudad episcopal y la ciudad condal de Hamburgo. En él están las estatuas de los dos fundadores de estos dos antiguos distritos que unía esta plataforma.
Siguiendo una ruta más o menos recta pasando por los atractivos turísticos más importante de la ciudad, el siguiente era la iglesia de St Michel (San Miguel). Antes de llegar a ésta pasamos por unas callejuelas que parecían de otra época. La iglesia es protestante, siendo una de las más importantes de la ciudad y es uno de sus símbolos. Esta iglesia es muy antigua, aunque como se ve en la fotografía su aspecto es reciente. Esto es debido a que fue reconstruida al caer un rayo sobre la primitiva.
Una cosa llamativa al lado de esta iglesia, es que vimos una gran afluencia de gente con la camiseta de México. Descubrimos el por qué cuando vimos que estaban reunidas en lo que parecía una fiesta o comida de mexicanos. Ese día jugaba la selección de México un partido del Mundial de Brasil.
Hamburgo es llamada la ‘puerta de Alemania al Mundo’ por su situación privilegiada. Posee el puerto más importante del país y uno de los más grandes del Mundo, a orillas del río Elba. A lo largo de la ribera había muchos puestos de comida y paramos en uno donde comimos pescado servido en forma de hamburguesa y patatas.
Pero sin duda lo más curioso y que rompió por completo con lo que es el centro histórico de la ciudad, es el barrio de St Pauli. Es el barrio más conocido de la ciudad, multicultural, muy variopinto y muy concurrido de gente. Es una zona históricamente obrera. Parecía que tenían leyes propias, encontrándonos cosas tan extrañas de ver en un país como Alemania como por ejemplo tiendas donde vendían todo tipo de armamento y utensilios, exhibidos en los escaparates. Era una zona que cualquiera a simple vista creería problemática. En las fotos se ve la variedad que se podía encontrar por allí.
Sin embargo la apariencia se diferenciaba de lo que realmente nos pareció. Una zona muy viva de mucho tránsito para los ciudadanos de Hamburgo. Aprovechando el tirón del Mundial de fútbol, los bares y restaurantes que había en una plaza muy alargada, estaban prácticamente sin sitio libre. Todo esto estaba al aire libre y tuvimos suerte al ver sitios vacíos en una especie de sillas playeras, donde estuvimos viendo el partido México-Holanda. A cada gol o jugada interesante se escuchaban los gritos de grupos de holandeses y mexicanos con sus camisetas y banderas que estaban por allí viendo el partido. Probamos la cerveza Astra, que es una marca propia del barrio y fabricada allí.
El aspecto más importante por el que es conocido internacionalmente el barrio de St Pauli es por su equipo de fútbol, que asombró a todos hace unos años llegando a jugar la Bundersliga alemana, siendo un equipo humilde. Allí en el barrio parece que todos apoyan a su equipo, ya que era muy usual ver gente con sudaderas y camisetas de su equipo por la calle y ver banderas en muchos balcones. Una vez acabó el partido de fútbol que estuvimos viendo, fuimos a ver el estadio que estaba muy cerca.
Ya fueron cayendo las horas y poco después decidimos volver al hostal e intentar descansar ese día algo más. Esta vez volvimos en metro desde St pauli, que estaba a una distancia considerable. Al llegar a la zona del hostal, nos salió el mismo problema que unas horas antes para encontrar un sitio para comer. Estaba todo cerrado, de lo poco que había. Finalmente fuimos a una estación de servicios 24 horas y allí compramos algo para comer y volvimos al hostal. Allí en la sala común estaba muy llena de gente, viendo el siguiente partido del Mundial que había ese día.
Así pusimos punto y final a nuestra estancia por Alemania. Al día siguiente entramos en los países escandinavos, Copenhague fue nuestro primer destino.