De Lúxor a El Cairo y visita al Museo Egipcio
Viajar dentro de Egipto es mucho más fácil de lo que podamos pensar. Las distancias, eso sí, suelen ser bastante grandes. Es por ello que puede resultar interesante viajar en avión. En nuestro caso, unos días atrás, viajamos de El Cairo a Lúxor en un tren nocturno lento, aunque muy cómodo. El viaje a la inversa, desde la antigua Tebas a la actual capital egipcia, lo hicimos en avión, con Egyptair.

De Lúxor a El Cairo
Así poníamos punto y final a nuestra estancia por Lúxor, una ciudad que no puede faltar en un itinerario por Egipto. Por la mañana, después de desayunar y tras haber acordado un taxi con el guía-conductor del día anterior, nos pusimos en marcha dirección al aeropuerto.El aeropuerto de Lúxor es pequeño y estaba muy vacío. Nos sentíamos como los únicos turistas extranjeros. Quizás ha sido el control de seguridad más desértico que hemos hecho nunca, salvo quizás algún vuelo de madrugada o algo así. Muy poco movimiento.


El vuelo con Egyptair entre Lúxor y El Cairo dura sobre una hora. Es la misma compañía con la que volamos desde Ammán unos días atrás. Barata, puntual y encima ponían comida. Poco más se le puede pedir a una compañía así. Además nos pusieron en primera clase, aunque en verdad poca diferencia había en este caso.
La experiencia de días atrás nos enseñó a cómo coger un taxi del aeropuerto a El Cairo. No pagar más de 150 libras es buen precio. Si se regatea y pierdes tiempo, se puede sacar por 120. Al final la diferencia no era grande y el primero que nos ofreció 150, aceptamos. Con ese mismo acordamos la vuelta por la noche.
Museo Egipcio
Ya en El Cairo, lo que teníamos pendiente para visitar ese día era el Museo Egipcio, que se encuentra cerca de la Plaza Tahrir. No teníamos alojamiento, ya que esa misma noche volábamos de vuelta a España. Pero muy amablemente desde el hostal donde nos quedamos las primeras noches nos invitaron a que ese día, si lo necesitábamos, podíamos dejar las mochilas, ducharnos o descansar allí, sin coste alguno. Tampoco era plan de abusar, pero el equipaje sí lo llevamos y nos vino realmente bien.

El Museo Egipcio no es el mejor en el que hemos estado, pero sí resultó muy interesante. Para alguien que le guste la historia, más en concreto el Antiguo Egipto, sin duda debe ir a este lugar.
Es muy grande. Para verlo bien hay que dedicar varias horas. En nuestro caso no pudimos estar más de dos horas, ya que cerraban y era el tiempo que disponíamos. Aun así, para un recorrido general, mirando las cosas más importantes, puede valer.Se calcula que hay más de 100.000 obras en su interior. Muchas de ellas, esto sí hay que decirlo, se encuentran de forma muy amontonada y desordenadas. Esto puede deberse seguramente a la falta de espacio. El edificio es grande, pero quizás necesita más salas para poder almacenar todo lo que hay.

Dentro podemos ver objetos de todas las épocas del Antiguo Egipto. Sarcófagos, esfinges de varios tamaños, figuras de muchos materiales. Tutankamon tiene su propia sala, repleta de piezas del tesoro encontrado en su tumba.La entrada cuesta 75 libras egipcias para adultos. Dentro se encuentra la Sala de las Momias, cuya entrada es a parte y son 100 libras. Esto último decidimos no visitarlo.
Últimas horas por Egipto
Después de visitar el museo y de dar una vuelta por la zona limítrofe, hicimos tiempo en una cafetería. Más tarde, y antes de volver a por el equipaje, fuimos a cenar a un restaurante que encontramos y tenía buena pinta. Comimos un plato egipcio que se llamaba fatta chicken. Pollo con una especie de hummus.

De vuelta al hostal a por las cosas y fuimos a donde habíamos acordado con el taxista que nos recogiera dirección al aeropuerto. Impresionante la forma de conducción esta vez. Es cierto que en Egipto conducen sin ley, a lo loco y de forma temeraria. Pero lo de este hombre en ese trayecto lo superaba.
Así pusimos fin al viaje por Egipto y Jordania. Dos países muy bonitos y recomendables de visitar alguna vez en la vida.