Washington DC: la Casa Blanca y muchos memoriales
En nuestro viaje por Estados Unidos no podía faltar su capital, Washington DC. Este fue el siguiente destino y donde pasamos un par de días, tiempo suficiente para ver la ciudad, ya que no es muy grande y los lugares más interesantes y turísticos están muy concentrados. De Nueva York a Washington DC puedes ir de diferentes formas, pero una de las más económicas, sin duda, es en autobús con la compañía Megabus. Eso fue lo que hicimos y en unas 5 horas nos pusimos en la ciudad de la Casa Blanca.
Así pues, después de haber pasado los primeros 5 días por Nueva York, el cambio a Washington DC fue bastante grande. Esta ciudad es mucho más accesible a pie (usamos en contadas ocasiones el metro), mucho más “artificial”, por decirlo de alguna forma, también más tranquila.
Primeras impresiones de Washington DC
Lo primero que hicimos al llegar, que ya era buena hora, fue ir a comer. Nos costó un poco encontrar algo por la zona de la estación. Nada que ver con Nueva York que en cada esquina puedes encontrarte algo para comer.La distancia de Washington DC Union Station (la estación donde llegábamos) estaba a algo más de 1 kilómetro de donde nos alojábamos, por lo que fuimos andando sin necesidad de utilizar metro. Este hostal no tuvo nada que ver con el de Nueva York en cuanto a precio, aunque seguía siendo algo más caro que lo normal que te puedes encontrar en casi cualquier país de Europa central y norte.Después de dejar las cosas en el hostal nos pusimos a ver la ciudad. Queríamos aprovechar las pocas horas que nos quedaba y ver lo máximo posible, ya que al día siguiente teníamos prevista una excursión a Virginia, aunque esto lo contamos en otro artículo. Prácticamente todo lo interesante, turísticamente hablando, en Washington DC se encuentra a lo largo de los Jardines de la Constitución, un espacio rectangular y enorme lleno de monumentos, museos y todo tipo de espacios que los turistas deben visitar en esta ciudad.
Conociendo Washington DC
Lo primero que vimos fue la Casa Blanca. Sin duda es el símbolo de la ciudad y el lugar más fotografiado por los viajeros. La seguridad aquí, como podemos imaginar, es bestial. Se puede ver policías en el tejado con la metralleta y por todo el perímetro. Pero no hay ningún problema en tomar fotografías, acercarte a la valla, etc. Como sabemos esta es la residencia del presidente de Estados Unidos y su lugar de trabajo (ahora de Donald Trump, cuando fuimos aún era Barack Obama).
Hay una curiosidad justo delante de la Casa Blanca, en la Plaza Lafayette, y es un hombre que lleva años manifestándose en el mismo lugar. Al principio, durante 35 años, estuvo una mujer que se llamaba Conchita, española por cierto, en el mismo lugar, pero ya falleció y este hombre le cogió el relevo. Lo interesante del asunto es que, por una ley americana, si abandona el lugar, la policía tendría derecho a prohibirle posteriormente que vuelva a estar allí y a requisar todo. Así que podemos ver su zona llena de carteles en contra de las nucleares, guerras, etc.
Esto lo vi en un documental típico de viajeros que explican sobre una ciudad. Me parecía extraño que de verdad hubiera una única persona aquí siempre sin moverse. Pero lo cierto es que, al menos los días que estuvimos, ya fuera de día o de noche (pasamos varias veces por aquí) siempre estaba allí sentado o de pie hablando con gente, pero sin alejarse de su zona.
Justo al lado está el Treasury Building, la Hacienda de Estados Unidos. Es un edificio bonito, con la estatua de Alexander Hamilton (uno de los padres fundadores del país) delante.
En la parte trasera de la Casa Blanca se encuentra un enorme parque circular desde donde podemos ver a lo lejos el Monumento a Washington, otro de los emblemas y foto típica de la ciudad.
Memoriales de Washington DC
Desde el Monumento a Washington hacia el oeste, prácticamente todo el parque está repleto de diferentes memoriales, monumentos y otros símbolos a las diferentes guerras que ha tenido Estados Unidos (que no son pocas). Así, podemos ver el Memorial de la II Guerra Mundial, que es uno de los más grandes e impresionantes, con una fuente en medio. Memorial a los Veteranos de Vietnam o el de la Guerra de Corea.
Saliendo un poco del parque (cruzar una carretera, simplemente), está el Monumento a Martin Luther King. Su figura tallada en piedra preside este lugar que es muy fotografiado por los turistas y donde pudimos ver varios grupos numerosos de escolares que parece que estaban haciendo una visita educativa a este lugar, porque les estaban hablando los que parecían ser monitores o maestros.
Otro de los lugares estrella es el Memorial a Abraham Lincoln, el ex presidente estadounidense que abolió la esclavitud. Fue una persona muy importante para la historia de este país, por eso son muchos los visitantes nacionales que acuden a este sitio.
Probando lo típico americano
La noche cayó y ya no podíamos ver mucho más. Prácticamente toda esta zona la dejamos lista. Volvimos a la zona de la Casa Blanca, esta vez completamente de noche y ya con menos turistas, y buscamos un sitio para cenar. Acabamos en Fuel Pizza, un sitio bastante curioso, de comida típica americana de esta basura con el enorme vaso de bebida azucarada. El sitio merecía mucho la pena por la decoración. La comida, bueno, poco que decir. No era cara, pero claro todo eran pizzas y similares. Está bien para comer así en un sitio típico de este país.
Después de andar un poco sin rumbo por las calles de Washington DC, una ciudad bastante desértica la verdad, nada que ver con Nueva York, acabamos en la que supuestamente es la mejor cervecería de la ciudad. Estaba repleta de cervezas de todo tipo. Eso sí, todas desconocidas. La mayoría artesanal y de diferentes zonas de Estados Unidos. El bar estaba curioso ambientado. El portero se quedó flipando cuando vio nuestros pasaportes que eran españoles. Según parece había un partido de béisbol muy importante, porque todo el mundo estaba mirando la televisión como si de un Barcelona-Madrid se tratase. El sitio, por cierto, se llama The Big Hunt.
Así pusimos punto y final a nuestro primer día por Washington DC. Al día siguiente estábamos dudando si ir o no al Estado de Virginia, a ver el Museo del Aire y el Espacio. Dudábamos por el tiempo y porque no estaba tan a mano. Pero finalmente sí que fuimos y sin duda mereció la pena. De eso hablamos en el próximo artículo.
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