Última tarde por Nueva York: probamos los perritos calientes
La última tarde por Nueva York la pasamos recorriendo parte del Midtown y algunas zonas en las que ya habíamos estado en días anteriores. Aunque es una ciudad enorme y con mil cosas para hacer, la verdad es que en cuatro días bien aprovechados y si llevas todo planificado y no surgen problemas, puede ser más que suficientes.
Recorriendo Nueva York
Por la mañana estuvimos en una misa Góspel, que es una de las actividades más interesantes que podemos hacer si visitamos Nueva York. Así que el resto del día lo teníamos libre. Nos paramos un poco al azar en una estación cerca del a Quinta Avenida, a la altura casi del Empire State, y nos topamos con el edificio Flatiron, que es un edificio construido a principios del siglo XX y que es muy conocido por aparecer en Spiderman.
De aquí nos fuimos andando dirección norte, por la Quinta Avenida, para ir a ver el Madison Square, que es el pabellón donde juegan sus partidos de baloncesto los New York Knicks, además de que alberga muchos otros eventos.
Precisamente hasta aquí, hasta el Madison Square, teníamos que volver al día siguiente en metro para coger el autobús de Nueva York a Washington DC. Esta es una zona muy comercial donde puedes encontrarte tiendas de todo tipo.
Probando los famosos perritos de Nueva York
Tras dar una vuelta por la Quinta Avenida, probamos los famosos perritos calientes de Nueva York. Al final fue la última tarde, después de los días que llevábamos en la Gran Manzana. Me costó 1$, aunque con esto hay que tener cuidado, ya que pueden cobrarte más. De hecho me pidieron 6$ en un puesto, como cuento en este artículo donde hablo de cómo y dónde comer barato en Nueva York. Así que lo mejor es esperar un poco porque hay puestos por todas partes y pagar más de 2$ es abusivo, ya que ese es el precio estándar e incluso se puede encontrar por menos, como fue mi caso.
Para cenar volvimos a ir a Chinatown, que como escribí en el primer artículo es una muy buena opción para comer a buen precio y muy bien, especialmente para los que les guste la comida asiática.Así pusimos punto y final a nuestra estancia por Nueva York, una ciudad muy grande, pero que con una buena organización puede verse en unos días sin problemas. Lo más importante, claro. Al día siguiente poníamos rumbo a Washington DC, la capital del país, en un viaje en autobús de unas 4 horas y media.