Islas Azores 2016 – Día 2: Caldeira Velha, Lagoa do Fogo y plantación de té
Tras un primer día recorriendo la parte más oriental de la isla de São Miguel, en nuestro segundo día por las Islas Azores visitamos principalmente la zona centro, pero añadiendo también lugares del noreste y algunas cosillas que nos recomendó el dueño del sitio donde nos alojábamos en Ribeira Grande.
Después de desayunar una buena variedad de productos autóctonos de la isla de São Miguel, pusimos rumbo a nuestra primera parada de la ruta que era el Salto do Cabrito. A diferencia de la cascada que vimos el día anterior, a esta se podía acceder en coche hasta prácticamente el mismo sitio donde se encuentra, por lo que ahorramos tiempo.
Es una cascada doble, rodeada de mucha vegetación y lo mejor es subir unos 200 metros por un caminillo que nos lleva a un puente de hierro desde donde podemos ver el salto desde arriba, teniendo otra perspectiva muy interesante.
Esto se encuentra a unos 5km de Ribeira Grande, dirección a Caldeira Velha, que era nuestro principal destino del día. Después de ver la cascada, continuamos dirección a la Caldeira Velha que está a escasos kilómetros. A esa hora, al pasar por la entrada, vimos que no había aparcamientos, que en realidad son muy escasos (unos 20 sitios), por lo que decidimos continuar la carretera hacia arriba para ver Lagoa do Fogo (lago de Fuego) desde un mirador. Este es el segundo lago más grande de la isla.
Bajando de nuevo por la carretera dirección Caldeira Velha, esta vez se había creado un espacio improvisado de aparcamientos en el arcén de la carretera, por lo que pudimos dejar aquí el coche y entrar. La entrada son 2€ (1€ con carnet joven). La vegetación que hay aquí dentro es muy densa y muy variada, todo de un verde intenso característico de esta isla. Muy bonito todo el entorno.
La Caldeira Velha es una pequeña cascada de agua caliente que emana de la tierra. Es lo que da nombre al lugar, pero aquí no podemos bañarnos. El baño es en dos pozas que hay, una de agua templada (no llega a estar caliente, aunque siendo marzo nos pudimos bañar sin problemas) y otra de agua más caliente, a unos 36ºC.
Junto a esta última zona de baño, hay otra zona de agua casi en ebullición que suele estar entre 60 y 100ºC. Aquí no es posible bañarse, hay un cartel que advierte de la temperatura, aunque es común encontrarse a gente metiendo la mano en el agua arriesgándose.
El complejo está equipado con duchas, baños y zonas para cambiarse. Es uno de los puntos más visitados de la isla y en temporada alta suele llenarse mucho. Personalmente creo que llegará un momento, cuando la isla empiece a recibir más turistas, que limitarán la entrada y hará falta reserva previa como pasa en otros lugares turísticos. Es sin duda un sitio muy interesante para visitar y probar los baños de aguas termales naturales que salen directamente del interior de la tierra.
Para comer fuimos a Caloura, que es un pequeño pueblo pesquero que hay en la costa sur de São Miguel.
Desde aquí continuamos con nuestra ruta, siendo la siguiente parada Lagoa do Congro, que es un lago más pequeño que los anteriores que vimos, pero muy bonito. Fue una recomendación de Fred, el dueño del alojamiento que teníamos en Ribeira Grande. Aquí, además del lago en sí, hay que destacar la vegetación frondosa y repleta de un verde intenso que lo rodea. Este pequeño lago está justo entre el lago de Fuego y el lago de Furnas.
Tras esto, continuamos hacia el norte para ir a visitar la plantación de té de Gorreana, que está en la localidad de São Bras. Es la única zona de Europa donde se cultiva té. Esta empresa es la más antigua y lleva más de 200 años utilizando prácticamente los mismos métodos. Trajeron a gente de China para que les enseñaran el proceso de cultivo de té, que se mantiene hasta nuestros días.
En la visita, gratuita, podemos entrar en la fábrica y ver las máquinas y todo el proceso de primera mano. Además podemos degustar algunas variedades de té de forma gratuita y finalizamos en la tienda donde podemos comprar té en sus diferentes variedades y algunos productos autóctonos y artículos de recuerdo. A la salida podemos caminar libremente por las zonas de cultivo.
Nuestra última visita del día fue al pueblo de Nordeste, que está en la costa este de São Miguel. No teníamos muy claro que nos diera tiempo a ir hasta aquí de día, pero finalmente sí. Es un pueblo pequeño, costero, desde donde hay unas vistas muy buenas de los acantilados, así como el faro de la Punta de Arnel, que es el punto más al este de esta isla.
De vuelta a Ribeira Grande, donde pasamos la última noche para ir a visitar al día siguiente la zona occidental de la isla. El volcán de Sete Cidades, que es el sitio más visto en cualquier guía de las Islas Azores y algunos municipios de la costa.
Mapa de localización: