Viaje a Malta 2016 – Día 2: Isla de Gozo

El segundo día de nuestro viaje por Malta visitamos la isla de Gozo, la segunda del país en importancia y un destino imprescindible si viajamos a esta nación. Dentro de Gozo teníamos planeado visitar diferentes puntos muy interesantes de la isla, como la Ventana Azul, el mar interior de Dwejra, la capital Victoria y los templos megalíticos de Ggantija. Es un territorio pequeño y perfectamente se puede ver en un día bien aprovechado.

Así pues, por la mañana temprano después de un día completo por La Valeta y visitando Las Tres Ciudades en la tarde anterior, nos dispusimos a ir hasta el ferry que nos llevaba hasta la Isla de Gozo. Por Internet tenemos que decir que no fuimos capaces de encontrar mucha información sobre Malta, la mayoría en inglés, y precisamente sobre el ferry que va hasta la isla de Gozo la información que teníamos resultó ser errónea. Según nuestros datos, debíamos coger un ferry cerca de la catedral anglicana de St. Paul, que nos llevaba a la otra isla directamente. Pues una vez allí, solo veíamos que salía un ferry y éste era para Sliema, otra ciudad pero dentro de la isla de Malta.

Ferry de La Valeta a Sliema 

Preguntando nos dijeron que el ferry a Gozo salía de la otra parte de la isla, pero que podíamos coger este ferry hasta Sliema y allí ya coger un autobús hasta Cirkewwa, donde sale el ferry hasta la isla de Gozo. Eso fue lo que hicimos.

El ferry hasta Sliema fue muy rápido y tiene el mismo precio que ir hasta las Tres Ciudades. El problema viene en ir desde Sliema hasta Cirkewwa en autobús. Tuvimos realmente suerte y nada más bajarnos del ferry vimos en la parada de bus uno con destino Cirkewwa. Nos montamos y resultó que el conductor era español. Hay muchos conductores de autobuses españoles en Malta, ya que la compañía que gestiona toda la red de autobuses tanto de la isla de Malta como de la isla de Gozo, es española.

El autobús hasta Cirkewwa tardó mucho tiempo. Sobre una hora en llegar al muelle donde se coge el ferry, que esta vez sí, es muy diferente al que cogimos de La Valeta a las Tres Ciudades o de La Valeta a Sliema esa misma mañana. Es un ferry mucho más grande, con varias plantas, restaurantes y tiendas dentro. También más caro, aunque desde mi punto de vista un precio más que aceptable. Es algo curioso, ya que al ir para Gozo es gratis, pero al volver tienes que pagar 4,65€, que es en realidad lo que te cuesta ida y vuelta.

Llegando a la isla de Gozo 

El transporte público en la isla de Gozo ocurre como en la isla de Malta, es bueno, llega a prácticamente cualquier parte de la isla, pero las frecuencias son muy escasas. En temporada baja aún más. Hay dos tipos de líneas: una pasa cada hora y otra pasa cada 45 minutos, dependiendo de si esa línea va a un sitio importante o no. Nosotros en nuestra planificación teníamos visitar primero los templos megalíticos de Ggantija, y para ello teníamos que coger el autobús 301 dirección Victoria, la capital de la isla, pero antes de llegar aquí bajarnos y coger otro autobús, el 307, dirección Xaghra, donde están los templos. Finalmente ese autobús 307 no lo cogimos porque era esperar sin saber si tardaría 10 minutos o tardaría una hora, y la distancia era de 2km o poco más y fuimos andando.

Los templos de Ggantija fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Son de los más importantes de Malta y tienen unos 5500 años de antigüedad y son más viejos que Stonehenge o que las pirámides egipcias. La entrada cuesta 9€ (7€ con carnet de estudiante) y además de los templos, que lo que quedan son ruinas prácticamente, tienen un centro de interpretación de cómo fueron estos templos con ilustraciones y explicaciones de los pueblos que habitaron esta zona y también para los que sean aficionados a la naturaleza, hablan de animales y plantas propias de este lugar.

Templo Prehistórico de Ggantija, uno de los más antiguos del mundo 

En mi opinión la entrada es cara. Es cierto que es un lugar único, que pocos quedan en el mundo así y que es Patrimonio de la Humanidad y tiene un mantenimiento muy costoso, pero he estado en sitios similares y no es ese precio. Pero bueno, si se visita la isla de Gozo para mí, si se dispone de tiempo suficiente, es imprescindible una visita.

Parte de una de las salas del templo de Ggantija 

La siguiente visita que teníamos planeada hacer, era la de la Ventana Azul (Blue Window), que está en la punta más occidental de la isla y era además lo principal para nosotros en Gozo. Por ellos decidimos ir antes de ver Victoria y asegurarnos tener horas suficientes. Para ir hasta allí, teníamos que coger el autobús 307 hasta la estación de Victoria y aquí tomar el 311 hasta la Ventana Azul. Estábamos en las mismas de antes. Tras esperar unos 20 minutos no aparecía el autobús y no sabíamos cuánto podría tardar. Casualmente pasó un taxi por allí y nos ofreció llevarnos hasta Victoria por 2€ por cabeza (el autobús costaba 1,5€, por lo que la diferencia merecía la pena ya que ganábamos tiempo). Por el camino nos preguntó que a dónde íbamos y nos ofreció llevarnos hasta la Ventana Azul por 2€ más cada uno, lo que aceptamos y así teníamos tiempo de sobra para todo lo previsto.

La ventana azul, en el extremo más occidental de la isla de Gozo 

La Ventana Azul es uno de los parajes naturales más curiosos de Malta. Es la típica imagen que aparece en muchas guías o publicaciones sobre el país y realmente merece la pena visitarlo. Es una formación rocosa que con el aire y el agua y el paso de los años, se ha ido erosionando hasta quedar esta “ventana” con vistas al mar azul típico de las costas maltesas.

Una de las típicas imágenes de Malta 

Este lugar es muy visitado por turistas y me atrevería a decir que es el lugar más fotografiado de todo el país. Subir a arriba de la roca está “prohibido”. Hay carteles que indican de que a partir de ese punto no se pase ya que puede ser peligroso. Pero no podía irse uno de allí sin hacerse la fotografía de rigor en lo alto de la piedra.

Arriba de la Ventana Azul 

Al lado de la Ventana Azul está el mar interior de Dwejra, otro punto que teníamos marcado como imprescindible en la isla de Gozo. En pocos sitios hablan de este lugar, pero realmente merece mucho la pena visitar.

Se puede ir andando desde la Ventana Azul, pues está a poco más de 100 metros. Es una especie de lago, protegido por una montaña rocosa que lo separa del mar Mediterráneo. Las aguas del mar llegan aquí por una abertura que hay en esta montaña rocosa, lo que permite que esta agua nunca esté estancada, pero sin embargo esté en calma siempre, por lo que es posible bañarse en sus aguas cristalinas.

Mar interior de Dwejra 

Bañarse es una opción, pero eso puedes hacerlo en cualquier sitio. Lo realmente impresionante de este lugar es recorrer esas formaciones rocosas que separan la laguna del mar abierto y entrar en cuevas. Aquí ofrecen paseo en barca de unos 25 minutos de duración por 4€. Merece muchísimo la pena. Es dinero muy, muy bien invertido. Es impresionante el lugar y es toda una experiencia estar montado en la barca y atravesar la formación rocosa a través de una abertura que prácticamente es del tamaño de la propia barca y te preguntas si es posible que quepa por ahí…

Durante el paseo en barca te llevan a diferentes cuevas en el mar y también ves la Ventana Azul desde otra perspectiva diferente. El barquero nos iba haciendo explicaciones de las rocas y de diferentes formaciones de las mismas que se parecen a “cosas” y de ahí recibe cada piedra un nombre diferente.

Desde una de las cuevas que entramos en barca 

Aquí un vídeo colgado en nuestro canal de Youtube de nuestra experiencia conociendo de cerca estas grutas marinas.

Dejamos atrás la Ventana Azul y el mar interior de Dwejra y pusimos rumbo a Victoria, la capital de la isla de Gozo, situada justo en el centro, de algo más de 6000 habitantes. Lo que destaca de Victoria es su imponente ciudadela y la catedral de san Jorge.

Antes de visitar la ciudadela fuimos a comer, que ya era hora. Preguntando por algún restaurante, nos decían que ya a esas horas (16:00h) poco habría abierto. Nos mandaron a un McDonalds pero por suerte encontramos un centro comercial de camino con un único restaurante, eso sí, y allí fue donde comimos.

Posteriormente subimos a la ciudadela. Está muy bien conservada, al menos por fuera, que es lo que vimos. Desde aquí hay unas estupendas vistas no solo de Victoria, sino de otros pueblos de la isla como Xewkija, pudiendo ver la bonita cúpula de su catedral.

Ciudadela de Victoria en la isla de Gozo 
Victoria y Xewkija desde lo alto de la Ciudadela 

De nuevo por el centro de Victoria, fuimos a ver la catedral de san Jorge. En sí la catedral no tiene nada especial. Las hay más bonitas en el país, en mi opinión, pero parece ser que es un templo importante para los malteses. Dentro mejora bastante la catedral. Estaban dando misa y por respeto no se hicieron fotografías, no sea que pudiera incomodar a los que estaban allí. Pero lo mejor de todo es la zona en la que se encuentra, rodeada de bonitas callejuelas.

Catedral de San Jorge en Gozo 

Encaminándonos ya hacia la parada de autobús, ya iba anocheciendo, nos topamos con una pequeña plaza, la plaza de san Francisco, con una iglesia del mismo nombre justo allí.

Después de esperar una media hora al autobús 301 que nos llevara de nuevo al ferry, éste no tardó mucho en partir una vez llegamos. El viaje fue menos vistoso que por la mañana, ya que era completamente de noche ya.

Para volver de Cirkewwa a La Valeta, esta vez fuimos en autobús directamente sin ir a Sliema y pillar aquí otro ferry. Cogimos el número 41 que nos dejaba en la estación de la capital de Malta directamente. Nuevamente, conductor español.

Por la noche fuimos a la zona de Peaceville, que es donde se encuentran la mayoría de complejos hoteleros y la zona más turística y con más movimiento de bares y restaurantes de todo el país. Está a unos 8-10km de La Valeta y se puede ir en autobús en el número 13, que fue el que cogimos.
Al día siguiente vimos el resto de la isla de Malta que nos quedaba por visitar. En el próximo artículo hablamos de ello.

Mapa de localización:

Javier Jiménez

En 2011 hice mi primer Inter-Rail y desde entonces no he parado de viajar. Siempre llenando la mochila de experiencias y desgastando suela por el mundo. Una de mis pasiones es escribir sobre mis viajes.

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