Interlaken es un pequeño pueblo suizo, cercano a la capital
Berna. Está en un enclave privilegiado, lo que le hace ser uno de los lugares
más bonitos que podemos visitar en Suiza. Como su nombre indica, en español
Entrelagos, está situado entre dos grandes lagos: Thun y Brienz, a los pies de
los Alpes suizos.
Pese a ser un lugar muy turístico, la tranquilidad reina en
sus calles y podemos pasear viendo viviendas y edificios de arquitectura típica
de la zona. En sus calles principales hay numerosas tiendas de artículos de
recuerdo de todo tipo. No son nada baratas, como todo en Suiza.
El mayor atractivo turístico de Interlaken es su naturaleza.
Muchos visitantes vienen hasta aquí para visitar los Alpes y subir al famoso
pico de Jungfrau a 4158 metros de altura. Hasta cerca de aquí (3454 metros de
altura) se puede llegar en tren cremallera desde Interlaken, siendo
Jungfraujoch la estación de tren más alta de Europa. No es barato, y
aunque lo tuvimos en cuenta cuando planificamos nuestro viaje, no disponíamos
de tiempo suficiente para ello. Así que en nuestra visita, además de ver la
ciudad, vimos lo que realmente es indispensable y para lo que fuimos hasta allí:
los lagos.
Los lagos, de unos 15km de largo cada uno, nos hace
adentrarnos en unas vistas propias de los mejores salvapantallas de Windows.
Los Alpes a un lado, el agua azul y el pueblo a otro. Nosotros fuimos al lago
Brienz, el que está al este de Interlaken. Hasta aquí se puede ir andando
echando un paseo, ya que la distancia es de poco más de 2km y hay senderos muy
bonitos para llegar.
En verano, y para los más valientes, es posible bañarse si
el tiempo acompaña un poco… En nuestro caso tuvimos suerte, ya que ese día
hacía sol y temperatura agradable y nos atrevimos a meternos en el agua. Estas
aguas bajan directamente de los Alpes, súper cristalinas y muy, muy frías, lo
que hacía difícil aguantar más de unos minutos seguidos dentro.
Es sin lugar a dudas un muy buen destino para disfrutar de
la naturaleza y a la vez conocer la parte más rural de Suiza, alejándonos un
poco de las grandes ciudades.
La mejor opción para llegar desde Berna es en tren. Existen
numerosos trayectos diarios entre ambas ciudades. El viaje dura unos 50
minutos, estando a algo más de 50km de distancia. También hay conexiones con
Zurich y con el norte de Italia.
Mapa de localización:
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